jueves, 15 de septiembre de 2011

DEVOCIONAL JUEVES MATEO 26:47-56

Mat 26:47  Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los doce discípulos. Con él venían muchos hombres armados con palos y cuchillos. Los sacerdotes principales y los líderes del país los habían enviado.
Mat 26:48  Judas ya les había dicho: «Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!»
Mat 26:49  Judas se acercó a Jesús y le dijo: —¡Hola, Maestro! Y lo besó.
Mat 26:50  Jesús le dijo: —Amigo, haz pronto lo que tienes que hacer. Los hombres, por su parte, arrestaron a Jesús.
Mat 26:51  Entonces uno de los que acompañaban a Jesús sacó su espada, y con ella le cortó una oreja al sirviente del jefe de los sacerdotes.
Mat 26:52  Pero Jesús le dijo: —Guarda tu espada, porque al que mata con espada, con espada lo matarán.
Mat 26:53  ¿No sabes que yo puedo pedirle ayuda a mi Padre, y que de inmediato me enviaría todo un ejército de ángeles para defenderme?
Mat 26:54  Deja que todo pase como está sucediendo ahora; sólo así puede cumplirse lo que dice la Biblia.
Mat 26:55  Jesús se volvió a la gente y le preguntó: —¿Por qué han venido con palos y cuchillos, como si yo fuera un criminal? Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca me apresaron.
Mat 26:56  Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que anunciaron los profetas. En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.

1 comentario:

  1. Judas le dice maestro, pero Jesús le dice amigo. Que tremendo lo traiciona y Jesús lo sigue viendo como un amigo, que ejemplo de amor, ejemplo de perdón. Perfecta sujeción a la voluntad del padre, Jesús sabía que si pedía ángeles llegarían y lo salvarían pero no era lo que estaba escrito, que tremenda sujeción la del Jesús. Pero lo que hoy hace que lagrimas corran por mi rostro es leer el versículo 56 cuando dice: “En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron”. ¿Cómo, hombres que habían estado con Jesús tanto tiempo día y noche, escuchando, viendo y recibiendo de él, huyen y lo abandonan? ¿Que habría hecho yo en ese momento de tensión? Y bueno solo me pregunto ¿cuántas veces he abandonado a Jesús en momentos difíciles? Eso es algo de lo que tengo que cuidarme pues siempre la tendencia es esa, correr en momentos difíciles y dejar a Jesús solo, señor ayúdame a nunca dejarte solo, a correr frente el peligro y enséñame a amar como tú nos amas, a perdonar como tu perdonas, a sujetarme a la voluntad del padre como tú te sujetaste.

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