martes, 1 de noviembre de 2011
lunes, 31 de octubre de 2011
DEVOCIONAL LUNES SALMO 119:161-176
Sal 119:161 Yo no les tengo miedo a los poderosos que me persiguen; sólo tiemblo ante tu palabra.
Sal 119:162 ¡Ella me hace más feliz que si encontrara un tesoro!
Sal 119:163 Aborrezco la mentira; ¡no la soporto! Pero amo tus enseñanzas.
Sal 119:164 Ellas son tan justas que no me canso de alabarte.
Sal 119:165 Los que aman tu palabra disfrutan de mucha paz y no sufren ningún tropiezo.
Sal 119:166 Dios mío, espero que me salves, pues amo tus mandamientos. Tú bien sabes que los cumplo de todo corazón.
Sal 119:169 Dios mío, ¡acepta mi oración y mis ruegos! ¡Dame entendimiento, y sálvame, tal como lo has prometido!
Sal 119:171 Yo te cantaré alabanzas porque me enseñas tu palabra.
Sal 119:172 Alabaré tus promesas, pues todos tus mandamientos son justos.
Sal 119:173 Ven y tiéndeme la mano, pues he decidido obedecerte.
Sal 119:174 Dios mío, ansioso espero que me salves; tus enseñanzas son mi alegría.
Sal 119:175 Dame vida y te alabaré; ¡que tu palabra me sostenga!
Sal 119:176 Ando como oveja perdida; ven a buscarme, pues te pertenezco y tengo presentes tus mandamientos.
miércoles, 26 de octubre de 2011
DEVOCIONAL DIA MIERCOLES SALMOS 119:97-104
Sal 119:97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
Sal 119:98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo.
Sal 119:99 Más que todos mis enseñadores he entendido,
Porque tus testimonios son mi meditación.
Sal 119:100 Más que los viejos he entendido,
Porque he guardado tus mandamientos;
Sal 119:101 De todo mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra.
Sal 119:102 No me aparté de tus juicios,
Porque tú me enseñaste.
Sal 119:103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.
Sal 119:104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
viernes, 14 de octubre de 2011
DEVOCIONAL VIERNES LEVITICO 10:1-11
Lev 10:1 Nadab y Abihú, que eran hijos de Aarón, tomaron sus hornillos y quemaron incienso en ellos. Pero no lo hicieron como Dios lo había ordenado,
Lev 10:2 así que Dios envió fuego contra ellos y les quitó la vida.
Lev 10:3 Entonces Moisés le dijo a Aarón: —Esto es lo que Dios tenía en mente cuando dijo: “Quiero que mis sacerdotes me obedezcan, y que todo el pueblo me alabe”. Y Aarón se quedó callado.
Lev 10:4 Luego Moisés llamó a Misael y a Elsafán, hijos de Uziel, tío paterno de Aarón, y les dijo: «Saquen del santuario los cadáveres de sus parientes, y llévenlos fuera del campamento».
Lev 10:5 Ellos fueron, envolvieron a los muertos en sus propias túnicas, y los sacaron del campamento.
Lev 10:6 Entonces Moisés les dijo a Aarón y a sus dos hijos, Itamar y Eleazar: «Ustedes no deben guardar luto por la muerte de sus parientes. No se suelten el cabello ni rompan su ropa. Recuerden que cuando se derramó aceite sobre sus cabezas ustedes fueron consagrados como sacerdotes de Dios. Tampoco deben alejarse del santuario, pues si lo hacen, nuestro Dios se enojará contra todo el pueblo, y ustedes morirán. Lo que deben lamentar los israelitas es que Dios haya tenido que enviar ese fuego». Y ellos hicieron lo que Moisés les ordenó.
Lev 10:8 Dios le dijo a Aarón:
Lev 10:9 «Cuando tú y tus hijos tengan que entrar en el santuario, no deberán haber tomado ninguna clase de bebida que pueda emborrachar. Si lo hacen, morirán, pues ustedes deben saber distinguir entre lo que tiene que ver conmigo y lo que no tiene nada que ver conmigo, entre lo que es puro y lo que es impuro. Esta orden no cambiará jamás.
Lev 10:11 Además, deben enseñar a los israelitas a obedecer los mandamientos que les di por medio de Moisés».
jueves, 13 de octubre de 2011
DEVOCIONAL JUEVES LEVITICO 9:12-24
Lev 9:12 Enseguida, Aarón presentó el animal que se quema en honor de Dios. Sus hijos le presentaron el animal cortado ya en pedazos, y Aarón los quemó en el altar, junto con la cabeza. Luego lavó los intestinos y las patas del animal, y también los quemó. Entonces sus hijos le acercaron la sangre, y Aarón la derramó sobre los cuatro costados del altar.
Lev 9:15 Después de eso, Aarón presentó la ofrenda para el perdón del pecado del pueblo. Tomó el chivo de la ofrenda y se lo presentó a Dios, tal como lo hizo con la ofrenda anterior.
Lev 9:16 También quemó la ofrenda en honor de Dios, siguiendo las normas establecidas.
Lev 9:17 De la ofrenda de cereales tomó un puñado y lo quemó sobre el altar, junto con la ofrenda que se quema en la mañana en honor de Dios.
Lev 9:18 Aarón mató además el toro y el carnero que el pueblo ofreció para pedirle a Dios salud y bienestar, y los presentó a Dios. Sus hijos le acercaron la sangre, y Aarón la derramó en los cuatro costados del altar.
Lev 9:19 Sobre el altar quemó también las colas, los riñones, una parte del hígado y la grasa que recubre los intestinos del toro y el carnero.
Lev 9:21 Sin embargo, Aarón solamente realizó la ceremonia de ofrecimiento del pecho y la pierna trasera derecha de los dos animales.
Lev 9:22 Para terminar, Aarón extendió los brazos hacia el pueblo y lo bendijo. Después de presentar las ofrendas, Aarón se apartó del altar
Lev 9:23 y entró en el santuario junto con Moisés. Cuando salieron, los dos bendijeron al pueblo. Todos ellos vieron el poder de Dios,
Lev 9:24 quien envió fuego y quemó por completo todo lo que estaba sobre el altar. Ante esto, todo el pueblo lanzó gritos de alegría y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente para adorar a Dios.
miércoles, 12 de octubre de 2011
DEVOCIONAL MIERCOLES LEVITICO 9:1-11
Lev 9:1 Al octavo día, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los jefes israelitas.
Lev 9:2 Entonces le dijo a Aarón: «Presenta un ternero como ofrenda para el perdón de tus pecados, y quema un carnero en honor de nuestro Dios.
Lev 9:3 Después de eso, diles a los israelitas que también presenten un chivo como ofrenda para el perdón de sus pecados, y quemen en honor de nuestro Dios un ternero y un cordero. Estos animales deberán tener un año de edad y no presentar ningún defecto.
Lev 9:4 »Hoy mismo, nuestro Dios les mostrará que es poderoso. Por lo tanto, también deben presentarle un toro y un carnero como ofrendas para pedirle salud y bienestar, y presentar una ofrenda de cereales amasada con aceite».
Lev 9:5 Los israelitas llevaron ante el santuario todo lo que Moisés les ordenó. Todo el pueblo se presentó ante el altar de Dios, y allí se quedó.
Lev 9:6 Entonces Moisés les dijo: «Estas son las órdenes de Dios. Si ustedes las cumplen, Dios les mostrará todo su poder».
Lev 9:7 Luego Moisés le dijo a Aarón: «Acércate al altar y presenta tu ofrenda para el perdón de tus pecados y quema una ofrenda en honor de nuestro Dios. Presenta también la ofrenda del pueblo, para que Dios te perdone a ti y a ellos».
Lev 9:8 Aarón mató el ternero, y lo presentó como ofrenda para el perdón de su propio pecado.
Lev 9:9 Sus hijos le acercaron la sangre del ternero, y Aarón mojó en ella su dedo para untar de sangre las puntas del altar. El resto de la sangre lo derramó sobre la base del altar.
Lev 9:10 Luego quemó sobre el altar la grasa, los riñones y una parte del hígado, tal como Dios se lo había ordenado a Moisés.
Lev 9:11 La carne y el cuero los quemó fuera del campamento.
martes, 11 de octubre de 2011
DEVOCIONAL MARTES LEVITICO 8:30-36.
Lev 8:30 Moisés derramó sobre Aarón y sus hijos el aceite para la consagración y la sangre que estaba sobre el altar. También roció sus trajes sacerdotales.
Lev 8:31 Al terminar les dijo: «Cocinen la carne que les pertenece, y cómansela a la entrada del santuario. Acompáñenla con el pan que está en la canasta de la consagración.
Lev 8:32 Todo lo que sobre se quemará.
Lev 8:33 »La ceremonia de consagración sacerdotal durará siete días, y durante todo ese tiempo ustedes deberán permanecer día y noche a la entrada del santuario. Además, para que todos ustedes queden purificados, Dios ordena que durante esos siete días se haga lo mismo que se hizo hoy. Cumplan con esto, y no morirán. Esta es la orden que Dios me dio».
Lev 8:36 Aarón y sus hijos cumplieron con todo lo que Dios les ordenó por medio de Moisés.
lunes, 10 de octubre de 2011
DEVOCIONAL LUNES LEVITICO 8:18-29
Lev 8:18 Moisés mandó que trajeran el carnero para la ofrenda que se quema en honor de Dios. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero, y luego Moisés lo mató. Después de eso, derramó la sangre en los cuatro costados del altar,
Lev 8:20 cortó el carnero en pedazos, y los quemó junto con la cabeza y la grasa.
Lev 8:21 Lavó con agua las patas y los intestinos, y quemó todo el carnero, como se queman las ofrendas de aroma agradable en honor de Dios. Todo lo hizo Moisés tal como Dios se lo había ordenado.
Lev 8:22 Moisés mandó que trajeran el otro carnero para la ofrenda de consagración. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero, y luego Moisés lo mató. Después de eso, mojó su dedo con la sangre y la untó en la oreja derecha de Aarón, en el pulgar de su mano derecha, y en el dedo gordo de su pie derecho.
Lev 8:24 Además, ordenó que se acercaran los hijos de Aarón, y volvió a hacer lo mismo con ellos, y derramó el resto de la sangre en los cuatro costados del altar.
Lev 8:25 Moisés tomó también la cola y toda la grasa que recubre los intestinos, parte del hígado y los dos riñones, y la pierna derecha del animal.
Lev 8:26 Encima de todo esto puso un pan, una torta amasada con aceite y una galleta, que sacó de la canasta de los panes sin levadura que estaban frente al altar de Dios.
Lev 8:27 Luego dejó que Aarón y sus hijos realizaran la ceremonia para presentar a Dios esta ofrenda.
Lev 8:28 Después de la ceremonia, Moisés recibió esta ofrenda de manos de Aarón y de sus hijos, y la quemó sobre el altar, junto con la ofrenda de aroma agradable que se presenta en honor de Dios, pues las dos eran ofrendas de consagración.
Lev 8:29 A continuación, Moisés tomó el pecho del animal, que es la parte de la ofrenda que le correspondía, y luego realizó la ceremonia de presentación. Todo lo hizo como Dios lo había ordenado.
Lev 8:20 cortó el carnero en pedazos, y los quemó junto con la cabeza y la grasa.
Lev 8:21 Lavó con agua las patas y los intestinos, y quemó todo el carnero, como se queman las ofrendas de aroma agradable en honor de Dios. Todo lo hizo Moisés tal como Dios se lo había ordenado.
Lev 8:22 Moisés mandó que trajeran el otro carnero para la ofrenda de consagración. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero, y luego Moisés lo mató. Después de eso, mojó su dedo con la sangre y la untó en la oreja derecha de Aarón, en el pulgar de su mano derecha, y en el dedo gordo de su pie derecho.
Lev 8:24 Además, ordenó que se acercaran los hijos de Aarón, y volvió a hacer lo mismo con ellos, y derramó el resto de la sangre en los cuatro costados del altar.
Lev 8:25 Moisés tomó también la cola y toda la grasa que recubre los intestinos, parte del hígado y los dos riñones, y la pierna derecha del animal.
Lev 8:26 Encima de todo esto puso un pan, una torta amasada con aceite y una galleta, que sacó de la canasta de los panes sin levadura que estaban frente al altar de Dios.
Lev 8:27 Luego dejó que Aarón y sus hijos realizaran la ceremonia para presentar a Dios esta ofrenda.
Lev 8:28 Después de la ceremonia, Moisés recibió esta ofrenda de manos de Aarón y de sus hijos, y la quemó sobre el altar, junto con la ofrenda de aroma agradable que se presenta en honor de Dios, pues las dos eran ofrendas de consagración.
Lev 8:29 A continuación, Moisés tomó el pecho del animal, que es la parte de la ofrenda que le correspondía, y luego realizó la ceremonia de presentación. Todo lo hizo como Dios lo había ordenado.
DEVOCIONAL DOMINGO LEVITICO 8:1-17
Lev 8:1 Dios también le dijo a Moisés:
Lev 8:2 «Reúne a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas, y llévalos a la entrada del santuario. Lleva también los trajes sacerdotales, el aceite para la consagración, el ternero de la ofrenda para el perdón de pecados, los dos carneros y la canasta de los panes sin levadura.»
Lev 8:4 Moisés hizo lo que Dios le ordenó, y cuando todos estuvieron reunidos a la entrada del santuario,
Lev 8:5 Moisés les dijo: «Estoy cumpliendo las órdenes de Dios».
Lev 8:6 Enseguida Moisés les ordenó a Aarón y a sus hijos que se acercaran, y los lavó con agua.
Lev 8:7 Luego le puso a Aarón el manto sacerdotal y se lo ajustó con el cinturón. También le puso la túnica, y sobre ella el chaleco, y con el cinturón del chaleco se lo ajustó a la túnica.
Lev 8:8 Luego le colocó el chaleco donde puso el Urim y el Tumim, las dos piedrecitas que se usaban para conocer la voluntad de Dios.
Lev 8:9 En la cabeza le puso el gorro, y sobre la frente le puso la placa de oro, tal como Dios se lo había ordenado. Esta placa de oro indicaba que Aarón había sido consagrado para el servicio de Dios.
Lev 8:10 Después Moisés tomó el aceite para la consagración, y con él consagró el santuario y todo lo que había en él.
Lev 8:11 Consagró además el altar y todos sus utensilios, y también el recipiente de bronce y su base. Para consagrar el altar derramó aceite sobre él siete veces.
Lev 8:12 Luego derramó aceite sobre la cabeza de Aarón, y así lo consagró como sacerdote.
Lev 8:13 Finalmente, Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón, y les puso sus mantos sacerdotales, se los ajustó con sus cinturones, y les puso los gorros, tal como Dios se lo había ordenado.
Lev 8:14 Moisés mandó traer el ternero de la ofrenda para el perdón de pecados. Entonces Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del animal,
Lev 8:15 y Moisés lo mató. Enseguida mojó su dedo en la sangre, y la untó en cada extremo del altar; luego derramó la sangre sobre la base del altar, y así lo consagró y lo purificó.
Lev 8:16 Moisés tomó también toda la grasa que recubría los intestinos del ternero, junto con una parte del hígado y los dos riñones con su grasa, y los quemó sobre el altar,
Lev 8:17 pero el cuero, la carne y el excremento del ternero los quemó fuera del campamento, tal como Dios se lo había ordenado.
Lev 8:2 «Reúne a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas, y llévalos a la entrada del santuario. Lleva también los trajes sacerdotales, el aceite para la consagración, el ternero de la ofrenda para el perdón de pecados, los dos carneros y la canasta de los panes sin levadura.»
Lev 8:4 Moisés hizo lo que Dios le ordenó, y cuando todos estuvieron reunidos a la entrada del santuario,
Lev 8:5 Moisés les dijo: «Estoy cumpliendo las órdenes de Dios».
Lev 8:6 Enseguida Moisés les ordenó a Aarón y a sus hijos que se acercaran, y los lavó con agua.
Lev 8:7 Luego le puso a Aarón el manto sacerdotal y se lo ajustó con el cinturón. También le puso la túnica, y sobre ella el chaleco, y con el cinturón del chaleco se lo ajustó a la túnica.
Lev 8:8 Luego le colocó el chaleco donde puso el Urim y el Tumim, las dos piedrecitas que se usaban para conocer la voluntad de Dios.
Lev 8:9 En la cabeza le puso el gorro, y sobre la frente le puso la placa de oro, tal como Dios se lo había ordenado. Esta placa de oro indicaba que Aarón había sido consagrado para el servicio de Dios.
Lev 8:10 Después Moisés tomó el aceite para la consagración, y con él consagró el santuario y todo lo que había en él.
Lev 8:11 Consagró además el altar y todos sus utensilios, y también el recipiente de bronce y su base. Para consagrar el altar derramó aceite sobre él siete veces.
Lev 8:12 Luego derramó aceite sobre la cabeza de Aarón, y así lo consagró como sacerdote.
Lev 8:13 Finalmente, Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón, y les puso sus mantos sacerdotales, se los ajustó con sus cinturones, y les puso los gorros, tal como Dios se lo había ordenado.
Lev 8:14 Moisés mandó traer el ternero de la ofrenda para el perdón de pecados. Entonces Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del animal,
Lev 8:15 y Moisés lo mató. Enseguida mojó su dedo en la sangre, y la untó en cada extremo del altar; luego derramó la sangre sobre la base del altar, y así lo consagró y lo purificó.
Lev 8:16 Moisés tomó también toda la grasa que recubría los intestinos del ternero, junto con una parte del hígado y los dos riñones con su grasa, y los quemó sobre el altar,
Lev 8:17 pero el cuero, la carne y el excremento del ternero los quemó fuera del campamento, tal como Dios se lo había ordenado.
DEVOCIONAL SABADO LEVITICO 7:28-38
Lev 7:28 Dios también le ordenó a Moisés
Lev 7:29 que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones: «Si alguien presenta una ofrenda para pedirme salud y bienestar, parte de esa ofrenda me la deberá presentar él mismo.
Lev 7:30 Con sus propias manos me traerá la ofrenda que se quema en mi honor, junto con el pecho y la grasa, y frente a mi altar hará la ceremonia del ofrecimiento.
Lev 7:31 Entonces el sacerdote quemará la grasa en el altar. »De esta ofrenda, el pecho será para los sacerdotes, pero la pierna derecha trasera se le dejará al sacerdote que presente la ofrenda,
Lev 7:33 porque es la parte que le corresponde por sus servicios.
Lev 7:34 Yo he decidido que el pecho y la pierna de estos animales sean para siempre de los sacerdotes. De las ofrendas que presentan los israelitas, esta será siempre la parte que les corresponde a los sacerdotes».
Lev 7:35 Desde el día en que Moisés consagró a Aarón y a sus hijos como sacerdotes del Dios de Israel, quedó establecido que esta parte de las ofrendas que se presentan en honor de Dios sería siempre para ellos.
Lev 7:37 También quedó establecido cómo debían presentarse las ofrendas que se queman en honor de Dios, lo mismo que las ofrenda de cereales, las ofrendas para hacer las paces con Dios, las ofrendas para consagrar a los sacerdotes y las ofrendas para pedir a Dios salud y bienestar.
Lev 7:38 Estas fueron las instrucciones que Dios le dio a Moisés en el monte Sinaí, mientras los israelitas estaban en el desierto.
Lev 7:29 que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones: «Si alguien presenta una ofrenda para pedirme salud y bienestar, parte de esa ofrenda me la deberá presentar él mismo.
Lev 7:30 Con sus propias manos me traerá la ofrenda que se quema en mi honor, junto con el pecho y la grasa, y frente a mi altar hará la ceremonia del ofrecimiento.
Lev 7:31 Entonces el sacerdote quemará la grasa en el altar. »De esta ofrenda, el pecho será para los sacerdotes, pero la pierna derecha trasera se le dejará al sacerdote que presente la ofrenda,
Lev 7:33 porque es la parte que le corresponde por sus servicios.
Lev 7:34 Yo he decidido que el pecho y la pierna de estos animales sean para siempre de los sacerdotes. De las ofrendas que presentan los israelitas, esta será siempre la parte que les corresponde a los sacerdotes».
Lev 7:35 Desde el día en que Moisés consagró a Aarón y a sus hijos como sacerdotes del Dios de Israel, quedó establecido que esta parte de las ofrendas que se presentan en honor de Dios sería siempre para ellos.
Lev 7:37 También quedó establecido cómo debían presentarse las ofrendas que se queman en honor de Dios, lo mismo que las ofrenda de cereales, las ofrendas para hacer las paces con Dios, las ofrendas para consagrar a los sacerdotes y las ofrendas para pedir a Dios salud y bienestar.
Lev 7:38 Estas fueron las instrucciones que Dios le dio a Moisés en el monte Sinaí, mientras los israelitas estaban en el desierto.
DEVOCIONAL VIERNES LEVITICO 7:11-27
Lev 7:11 »La ofrenda para pedirme salud y bienestar deben presentarla de la siguiente manera:
Lev 7:12 Si quien presenta la ofrenda lo hace para darme las gracias, deberá presentar harina, y también panes y galletas sin levadura. Todo esto debe amasarse con bastante aceite.
Lev 7:13 »Junto con esa ofrenda deberá también presentarme unos panes con levadura.
Lev 7:14 Esta ofrenda es para mí, pero el sacerdote que la presente podrá tomar una parte.
Lev 7:15 »La carne del animal ofrecido debe comerse el mismo día en que se presenta como ofrenda. No debe dejarse nada para el día siguiente.
Lev 7:16 »Si la ofrenda se presenta de manera voluntaria, o para cumplir una promesa, la carne del animal ofrecido deberá comerse el mismo día. Si queda algo de carne podrá comerse al día siguiente.
Lev 7:17 Pero si al tercer día aún queda algo, deberán quemarlo.
Lev 7:18 »Si al tercer día alguien come de esa carne, esa persona cometerá pecado. Además, ya no aceptaré esa ofrenda, ni la tomaré en cuenta, pues la consideraré despreciable.
Lev 7:19 »Toda persona que se considere pura, podrá comer carne. Sin embargo, si algo que se considera impuro toca la carne, esta no deberá comerse, sino quemarse.
Lev 7:20 »Si alguien, considerado impuro, come carne de la ofrenda para hacer las paces conmigo, deberá ser expulsado del país.
Lev 7:21 »Si alguien toca algo considerado impuro y, a pesar de todo, come carne de una ofrenda para pedir salud y bienestar, deberá ser expulsado del país».
Lev 7:22 Dios también le ordenó a Moisés
Lev 7:23 que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones: «Ustedes no deberán comer grasa de toro, ni de cordero, ni de cabra.
Lev 7:24 La grasa de los animales muertos o despedazados por las fieras podrán usarla para lo que quieran, menos para comerla.
Lev 7:25 El que coma grasa de los animales que se ofrecen para quemarlos en mi honor, deberá ser expulsado del país.
Lev 7:26 »Tampoco deberán comer la sangre de ningún animal o ave. No importa dónde vivan ustedes,
Lev 7:27 cualquiera que coma carne con sangre deberá ser expulsado del país».
Lev 7:12 Si quien presenta la ofrenda lo hace para darme las gracias, deberá presentar harina, y también panes y galletas sin levadura. Todo esto debe amasarse con bastante aceite.
Lev 7:13 »Junto con esa ofrenda deberá también presentarme unos panes con levadura.
Lev 7:14 Esta ofrenda es para mí, pero el sacerdote que la presente podrá tomar una parte.
Lev 7:15 »La carne del animal ofrecido debe comerse el mismo día en que se presenta como ofrenda. No debe dejarse nada para el día siguiente.
Lev 7:16 »Si la ofrenda se presenta de manera voluntaria, o para cumplir una promesa, la carne del animal ofrecido deberá comerse el mismo día. Si queda algo de carne podrá comerse al día siguiente.
Lev 7:17 Pero si al tercer día aún queda algo, deberán quemarlo.
Lev 7:18 »Si al tercer día alguien come de esa carne, esa persona cometerá pecado. Además, ya no aceptaré esa ofrenda, ni la tomaré en cuenta, pues la consideraré despreciable.
Lev 7:19 »Toda persona que se considere pura, podrá comer carne. Sin embargo, si algo que se considera impuro toca la carne, esta no deberá comerse, sino quemarse.
Lev 7:20 »Si alguien, considerado impuro, come carne de la ofrenda para hacer las paces conmigo, deberá ser expulsado del país.
Lev 7:21 »Si alguien toca algo considerado impuro y, a pesar de todo, come carne de una ofrenda para pedir salud y bienestar, deberá ser expulsado del país».
Lev 7:22 Dios también le ordenó a Moisés
Lev 7:23 que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones: «Ustedes no deberán comer grasa de toro, ni de cordero, ni de cabra.
Lev 7:24 La grasa de los animales muertos o despedazados por las fieras podrán usarla para lo que quieran, menos para comerla.
Lev 7:25 El que coma grasa de los animales que se ofrecen para quemarlos en mi honor, deberá ser expulsado del país.
Lev 7:26 »Tampoco deberán comer la sangre de ningún animal o ave. No importa dónde vivan ustedes,
Lev 7:27 cualquiera que coma carne con sangre deberá ser expulsado del país».
jueves, 6 de octubre de 2011
DEVOCIONAL JUEVES LEVITICO 7:1-0
Lev 7:1 »La ofrenda para hacer las paces conmigo es muy especial. Por lo tanto, el animal que me ofrezcan se matará a la entrada del santuario, y su sangre será derramada sobre los cuatro costados del altar.
Lev 7:3 »El sacerdote quemará sobre el altar la cola, los intestinos, los riñones, parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso, junto con la grasa de los lomos.
Lev 7:5 »De esta ofrenda sólo podrán comer los sacerdotes. Se trata de una ofrenda que se presenta en mi honor, así que deberán comerla en el lugar especialmente apartado para eso.
Lev 7:7 »En cuanto a las ofrendas para hacer las paces conmigo y pedirme perdón, sólo tengo una instrucción: Una parte del animal que se quema en mi honor, y su piel, será para el sacerdote que haga la ofrenda sobre el altar.
Lev 7:9 También serán para el sacerdote las ofrendas horneadas, cocidas o fritas.
Lev 7:10 Cualquier otra ofrenda de cereales, ya sea que se remoje en aceite o se presente seca, se la repartirán por partes iguales los demás sacerdotes.
Lev 7:3 »El sacerdote quemará sobre el altar la cola, los intestinos, los riñones, parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso, junto con la grasa de los lomos.
Lev 7:5 »De esta ofrenda sólo podrán comer los sacerdotes. Se trata de una ofrenda que se presenta en mi honor, así que deberán comerla en el lugar especialmente apartado para eso.
Lev 7:7 »En cuanto a las ofrendas para hacer las paces conmigo y pedirme perdón, sólo tengo una instrucción: Una parte del animal que se quema en mi honor, y su piel, será para el sacerdote que haga la ofrenda sobre el altar.
Lev 7:9 También serán para el sacerdote las ofrendas horneadas, cocidas o fritas.
Lev 7:10 Cualquier otra ofrenda de cereales, ya sea que se remoje en aceite o se presente seca, se la repartirán por partes iguales los demás sacerdotes.
miércoles, 5 de octubre de 2011
DEVOCIONAL MIERCOLES LEVITICO 6:24-30.
Lev 6:24 Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
Lev 6:25 Habla a Aarón y a sus hijos, diciendo: Esta será la ley de la expiación del pecado ; en el lugar donde será degollado el holocausto, será degollada la expiación por el pecado delante del SEÑOR; porque es cosa santísima.
Lev 6:26 El sacerdote que la ofreciere por expiación, la comerá; en el lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo del testimonio.
Lev 6:27 Todo lo que en su carne tocare, será santificado; y si cayere de su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre que cayere, en el lugar santo.
Lev 6:28 Y el vaso de barro en que fuere cocida, será quebrado; y si fuere cocida en vaso de bronce, será fregado y lavado con agua.
Lev 6:29 Todo varón de entre los sacerdotes la comerá: es cosa santísima.
Lev 6:30 Mas no se comerá de expiación alguna, de cuya sangre se metiere en el tabernáculo del testimonio para reconciliar en el santuario: al fuego será quemada.
Lev 6:25 Habla a Aarón y a sus hijos, diciendo: Esta será la ley de la expiación del pecado ; en el lugar donde será degollado el holocausto, será degollada la expiación por el pecado delante del SEÑOR; porque es cosa santísima.
Lev 6:26 El sacerdote que la ofreciere por expiación, la comerá; en el lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo del testimonio.
Lev 6:27 Todo lo que en su carne tocare, será santificado; y si cayere de su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre que cayere, en el lugar santo.
Lev 6:28 Y el vaso de barro en que fuere cocida, será quebrado; y si fuere cocida en vaso de bronce, será fregado y lavado con agua.
Lev 6:29 Todo varón de entre los sacerdotes la comerá: es cosa santísima.
Lev 6:30 Mas no se comerá de expiación alguna, de cuya sangre se metiere en el tabernáculo del testimonio para reconciliar en el santuario: al fuego será quemada.
martes, 4 de octubre de 2011
DEVOCIONAL MARTES LEVITICO 6:14-23
Lev 6:14 Y ésta es la ley del presente: Lo ofrecerán los hijos de Aarón delante del SEÑOR, delante del altar.
Lev 6:15 Y tomará de él un puñado de la flor de harina del presente, y de su aceite, y todo el incienso que estará sobre el presente, y hará perfume sobre el altar en olor de reposo al SEÑOR por memoria.
Lev 6:16 Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura se comerá en el lugar santo; en el atrio del tabernáculo del testimonio lo comerán.
Lev 6:17 No se cocerá con levadura; lo he dado a ellos por su porción de mis ofrendas encendidas; es cosa santísima, como la expiación del pecado, y como la expiación de la culpa.
Lev 6:18 Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas del SEÑOR; toda cosa que tocare en ellas será santificada.
Lev 6:19 Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
Lev 6:20 Esta será la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán al SEÑOR el día que serán ungidos: la décima parte de un efa de flor de harina, presente perpetuo, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde.
Lev 6:21 En sartén se aderezará con aceite; frita la traerás, y los pedazos cocidos del presente ofrecerás al SEÑOR en olor muy aceptable.
Lev 6:22 Y el sacerdote ungido en su lugar, de entre sus hijos, hará la ofrenda ; estatuto perpetuo del SEÑOR: toda se quemará en perfume.
Lev 6:23 Y todo presente de sacerdote será enteramente quemado; no se comerá.
Lev 6:15 Y tomará de él un puñado de la flor de harina del presente, y de su aceite, y todo el incienso que estará sobre el presente, y hará perfume sobre el altar en olor de reposo al SEÑOR por memoria.
Lev 6:16 Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura se comerá en el lugar santo; en el atrio del tabernáculo del testimonio lo comerán.
Lev 6:17 No se cocerá con levadura; lo he dado a ellos por su porción de mis ofrendas encendidas; es cosa santísima, como la expiación del pecado, y como la expiación de la culpa.
Lev 6:18 Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas del SEÑOR; toda cosa que tocare en ellas será santificada.
Lev 6:19 Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
Lev 6:20 Esta será la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán al SEÑOR el día que serán ungidos: la décima parte de un efa de flor de harina, presente perpetuo, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde.
Lev 6:21 En sartén se aderezará con aceite; frita la traerás, y los pedazos cocidos del presente ofrecerás al SEÑOR en olor muy aceptable.
Lev 6:22 Y el sacerdote ungido en su lugar, de entre sus hijos, hará la ofrenda ; estatuto perpetuo del SEÑOR: toda se quemará en perfume.
Lev 6:23 Y todo presente de sacerdote será enteramente quemado; no se comerá.
lunes, 3 de octubre de 2011
DEVOCIONAL LUNES LEVITICO 6:8-13
Lev 6:8 Habló aún el SEÑOR a Moisés, diciendo:
Lev 6:9 Manda a Aarón y a sus hijos diciendo: Esta es la ley del holocausto: (es holocausto, porque se quema sobre el altar toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar ardirá en él:)
Lev 6:10 El sacerdote se pondrá su vestimenta de lino, y se vestirá pañetes de lino sobre su carne; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, él apartará las cenizas de sobre el altar, y las pondrá junto al altar.
Lev 6:11 Después se desnudará de sus vestimentas, y se pondrá otras vestiduras, y sacará las cenizas fuera del real al lugar limpio.
Lev 6:12 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará sobre él el holocausto, y quemará sobre él los sebos de la paz.
Lev 6:13 El fuego ardirá continuamente en el altar; no se apagará.
Lev 6:9 Manda a Aarón y a sus hijos diciendo: Esta es la ley del holocausto: (es holocausto, porque se quema sobre el altar toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar ardirá en él:)
Lev 6:10 El sacerdote se pondrá su vestimenta de lino, y se vestirá pañetes de lino sobre su carne; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, él apartará las cenizas de sobre el altar, y las pondrá junto al altar.
Lev 6:11 Después se desnudará de sus vestimentas, y se pondrá otras vestiduras, y sacará las cenizas fuera del real al lugar limpio.
Lev 6:12 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará sobre él el holocausto, y quemará sobre él los sebos de la paz.
Lev 6:13 El fuego ardirá continuamente en el altar; no se apagará.
domingo, 2 de octubre de 2011
DEVOCIONAL DOMINGO LEVITICO 5:14-19 Y 6:1-7.
Lev 5:14 Dios también le dijo a Moisés:
Lev 5:15 «Si alguien, sin darse cuenta, me ofende por no darme lo que me corresponde, deberá presentarme como ofrenda un carnero sin ningún defecto. El sacerdote me ofrecerá el carnero, y yo perdonaré al que me ofendió. Pero si lo prefiere, puede presentarme una cantidad de dinero equivalente al precio del animal, más un veinte por ciento del precio, el cual será para el sacerdote. El precio se calculará según la moneda oficial.
Lev 5:17 »Si alguien, sin darse cuenta, me desobedece, comete un pecado y tendrá que presentarme una ofrenda.
Lev 5:18 Deberá llevarle al sacerdote un carnero de su rebaño, o el dinero equivalente a su precio. Así el sacerdote me presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré.
Lev 5:19 Se trata de una ofrenda para obtener mi perdón por ese pecado».
Lev 6:1 Dios también le dijo a Moisés lo que se debe hacer cuando la gente cometa los siguientes pecados: «Si alguno de ustedes engaña a otro israelita en algún negocio, o se niega a devolverle algo que había dejado a su cuidado, o que le había entregado en depósito, me engaña a mí. Y si le roba algo, o le quita por la fuerza lo que le pertenece, me roba a mí. Y si encuentra un objeto perdido, y luego niega haberlo encontrado, también peca contra mí. Aunque jure no haber cometido ninguno de estos pecados, será considerado culpable.
Lev 6:4 »En todos estos casos, la persona deberá devolver todo lo que haya robado. El día que presente su ofrenda para pedirme perdón, deberá devolverlo todo, y añadir un veinte por ciento más. Además, llevará al sacerdote un carnero sin ningún defecto, o el dinero equivalente a su precio.
Lev 6:7 El sacerdote me presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré».
Lev 5:15 «Si alguien, sin darse cuenta, me ofende por no darme lo que me corresponde, deberá presentarme como ofrenda un carnero sin ningún defecto. El sacerdote me ofrecerá el carnero, y yo perdonaré al que me ofendió. Pero si lo prefiere, puede presentarme una cantidad de dinero equivalente al precio del animal, más un veinte por ciento del precio, el cual será para el sacerdote. El precio se calculará según la moneda oficial.
Lev 5:17 »Si alguien, sin darse cuenta, me desobedece, comete un pecado y tendrá que presentarme una ofrenda.
Lev 5:18 Deberá llevarle al sacerdote un carnero de su rebaño, o el dinero equivalente a su precio. Así el sacerdote me presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré.
Lev 5:19 Se trata de una ofrenda para obtener mi perdón por ese pecado».
Lev 6:1 Dios también le dijo a Moisés lo que se debe hacer cuando la gente cometa los siguientes pecados: «Si alguno de ustedes engaña a otro israelita en algún negocio, o se niega a devolverle algo que había dejado a su cuidado, o que le había entregado en depósito, me engaña a mí. Y si le roba algo, o le quita por la fuerza lo que le pertenece, me roba a mí. Y si encuentra un objeto perdido, y luego niega haberlo encontrado, también peca contra mí. Aunque jure no haber cometido ninguno de estos pecados, será considerado culpable.
Lev 6:4 »En todos estos casos, la persona deberá devolver todo lo que haya robado. El día que presente su ofrenda para pedirme perdón, deberá devolverlo todo, y añadir un veinte por ciento más. Además, llevará al sacerdote un carnero sin ningún defecto, o el dinero equivalente a su precio.
Lev 6:7 El sacerdote me presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré».
DEVOCIONAL SABADO LEVITICO 5:1-19.
Lev 5:1 »Si alguien es llamado a declarar como testigo en un juicio, y se niega a decir lo que vio o escuchó, comete un pecado y merece ser castigado. »Si alguien toca el cadáver de algún animal o reptil impuro, comete un pecado y será considerado también impuro, aun cuando no se haya dado cuenta de lo que hacía. »Si alguien toca algo sucio que haya salido del cuerpo humano, será considerado impuro, aun cuando no se haya dado cuenta de lo que hacía. Cuando se dé cuenta de su error, será considerado culpable. »Si alguien hace un juramento sin pensarlo bien, y se da cuenta de su error, será considerado culpable. »Si alguien comete alguno de estos pecados, deberá reconocerlo, y presentarme como ofrenda por su pecado una cabra o una corderita. El sacerdote presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré.
Lev 5:7 »Si quien cometió el pecado no tiene dinero como para comprar una corderita, me ofrecerá entonces dos palomas o dos tortolitas. Llevará las dos aves al sacerdote, y el sacerdote me ofrecerá una de ellas como ofrenda por el perdón del pecado, y la otra la quemará en mi honor. A la primera le retorcerá el cuello, pero no le arrancará la cabeza;
Lev 5:9 luego rociará un poco de sangre en un costado del altar, y el resto de la sangre lo derramará sobre su base. Se trata de una ofrenda por el perdón de pecados.
Lev 5:10 A la otra ave, el sacerdote la quemará en mi honor, según mis instrucciones, para que yo perdone al que pecó.
Lev 5:11 »Si quien cometió el pecado tampoco tiene dinero como para comprar las dos palomas o las dos tortolitas, podrá presentarme como ofrenda por su perdón dos kilos de harina de la mejor calidad. Se la llevará al sacerdote, y él tomará un puñado de harina y lo quemará sobre el altar. Así, ustedes se acordarán de que yo soy quien les da todas las cosas. Esta es una ofrenda por el perdón de pecados, así que no le pongan ni aceite ni incienso.
Lev 5:13 »Así es como el sacerdote presentará las ofrendas, para que yo perdone a cualquiera que haya cometido alguno de estos pecados. »Lo que sobre de estas ofrendas será para el sacerdote, como en el caso de las ofrendas de cereales».
Lev 5:7 »Si quien cometió el pecado no tiene dinero como para comprar una corderita, me ofrecerá entonces dos palomas o dos tortolitas. Llevará las dos aves al sacerdote, y el sacerdote me ofrecerá una de ellas como ofrenda por el perdón del pecado, y la otra la quemará en mi honor. A la primera le retorcerá el cuello, pero no le arrancará la cabeza;
Lev 5:9 luego rociará un poco de sangre en un costado del altar, y el resto de la sangre lo derramará sobre su base. Se trata de una ofrenda por el perdón de pecados.
Lev 5:10 A la otra ave, el sacerdote la quemará en mi honor, según mis instrucciones, para que yo perdone al que pecó.
Lev 5:11 »Si quien cometió el pecado tampoco tiene dinero como para comprar las dos palomas o las dos tortolitas, podrá presentarme como ofrenda por su perdón dos kilos de harina de la mejor calidad. Se la llevará al sacerdote, y él tomará un puñado de harina y lo quemará sobre el altar. Así, ustedes se acordarán de que yo soy quien les da todas las cosas. Esta es una ofrenda por el perdón de pecados, así que no le pongan ni aceite ni incienso.
Lev 5:13 »Así es como el sacerdote presentará las ofrendas, para que yo perdone a cualquiera que haya cometido alguno de estos pecados. »Lo que sobre de estas ofrendas será para el sacerdote, como en el caso de las ofrendas de cereales».
viernes, 30 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL VIERNES LEVITICO 4:27-35
Lev 4:27 Y si alguna persona del pueblo de la tierra pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos del SEÑOR en cosas que no se han de hacer, y pecare;
Lev 4:28 luego que le fuere conocido su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una hembra de las cabras, una cabra sin defecto, por su pecado que habrá cometido.
Lev 4:29 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la expiación, y degollará la expiación en el lugar del holocausto.
Lev 4:30 Luego tomará el sacerdote en su dedo de su sangre, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará toda su sangre al cimiento del altar.
Lev 4:31 Y le quitará todo su sebo, de la manera que fue quitado el sebo del sacrificio de la paz; y hará perfume el sacerdote sobre el altar en olor muy aceptable al SEÑOR; y así lo reconciliará el sacerdote en expiación por él, y tendrá perdón.
Lev 4:32 Y si trajere oveja para su ofrenda por el pecado, hembra sin defecto traerá.
Lev 4:33 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la expiación, y la degollará por expiación en el lugar donde se degüella el holocausto.
Lev 4:34 Después tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y derramará toda la sangre al cimiento del altar.
Lev 4:35 Y le quitará todo su sebo, como fue quitado el sebo del sacrificio de la paz, y hará el sacerdote perfume de ello sobre el altar en ofrenda encendida al SEÑOR; y así lo reconciliará el sacerdote de su pecado que habrá cometido, y tendrá perdón.
Lev 4:28 luego que le fuere conocido su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una hembra de las cabras, una cabra sin defecto, por su pecado que habrá cometido.
Lev 4:29 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la expiación, y degollará la expiación en el lugar del holocausto.
Lev 4:30 Luego tomará el sacerdote en su dedo de su sangre, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará toda su sangre al cimiento del altar.
Lev 4:31 Y le quitará todo su sebo, de la manera que fue quitado el sebo del sacrificio de la paz; y hará perfume el sacerdote sobre el altar en olor muy aceptable al SEÑOR; y así lo reconciliará el sacerdote en expiación por él, y tendrá perdón.
Lev 4:32 Y si trajere oveja para su ofrenda por el pecado, hembra sin defecto traerá.
Lev 4:33 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la expiación, y la degollará por expiación en el lugar donde se degüella el holocausto.
Lev 4:34 Después tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y derramará toda la sangre al cimiento del altar.
Lev 4:35 Y le quitará todo su sebo, como fue quitado el sebo del sacrificio de la paz, y hará el sacerdote perfume de ello sobre el altar en ofrenda encendida al SEÑOR; y así lo reconciliará el sacerdote de su pecado que habrá cometido, y tendrá perdón.
jueves, 29 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL JUEVES LEVITICO 4:13-26.
Lev 4:13 Y si toda la congregación de Israel hubiere errado, y el negocio estuviere oculto a la congregación, y hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos del SEÑOR en cosas que no se han de hacer, y hubieren pecado;
Lev 4:14 luego que fuere entendido el pecado sobre el que pecaron, la congregación ofrecerá un novillo por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo del testimonio.
Lev 4:15 Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo delante del SEÑOR; y degollarán aquel novillo delante del SEÑOR.
Lev 4:16 Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del novillo en el tabernáculo del testimonio.
Lev 4:17 Y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y rociará siete veces delante del SEÑOR hacia el velo.
Lev 4:18 Y de aquella sangre pondrá sobre los cuernos del altar que está delante del SEÑOR en el tabernáculo del testimonio, y derramará toda la sangre al cimiento del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo del testimonio.
Lev 4:19 Y le quitará todo el sebo, y hará de él perfume sobre el altar.
Lev 4:20 Y hará de aquel novillo como hizo con el novillo de la expiación; lo mismo hará de él; y así los expiará el sacerdote, y obtendrán perdón.
Lev 4:21 Y sacará el novillo fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer novillo; y esto será expiación de la congregación.
Lev 4:22 Y cuando pecare el príncipe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, sobre cosas que no se han de hacer, y pecare;
Lev 4:23 luego que le fuere notificado su pecado en el qué pecó, entonces presentará por su ofrenda un macho cabrío sin defecto.
Lev 4:24 Y pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto delante del SEÑOR; y esto será expiación.
Lev 4:25 Y tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará la sangre al cimiento del altar del holocausto;
Lev 4:26 y quemará todo su sebo sobre el altar, como el sebo del sacrificio de la paz; así lo expiará el sacerdote de su pecado, y tendrá perdón.
Lev 4:14 luego que fuere entendido el pecado sobre el que pecaron, la congregación ofrecerá un novillo por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo del testimonio.
Lev 4:15 Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo delante del SEÑOR; y degollarán aquel novillo delante del SEÑOR.
Lev 4:16 Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del novillo en el tabernáculo del testimonio.
Lev 4:17 Y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y rociará siete veces delante del SEÑOR hacia el velo.
Lev 4:18 Y de aquella sangre pondrá sobre los cuernos del altar que está delante del SEÑOR en el tabernáculo del testimonio, y derramará toda la sangre al cimiento del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo del testimonio.
Lev 4:19 Y le quitará todo el sebo, y hará de él perfume sobre el altar.
Lev 4:20 Y hará de aquel novillo como hizo con el novillo de la expiación; lo mismo hará de él; y así los expiará el sacerdote, y obtendrán perdón.
Lev 4:21 Y sacará el novillo fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer novillo; y esto será expiación de la congregación.
Lev 4:22 Y cuando pecare el príncipe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, sobre cosas que no se han de hacer, y pecare;
Lev 4:23 luego que le fuere notificado su pecado en el qué pecó, entonces presentará por su ofrenda un macho cabrío sin defecto.
Lev 4:24 Y pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto delante del SEÑOR; y esto será expiación.
Lev 4:25 Y tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará la sangre al cimiento del altar del holocausto;
Lev 4:26 y quemará todo su sebo sobre el altar, como el sebo del sacrificio de la paz; así lo expiará el sacerdote de su pecado, y tendrá perdón.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MIERCOLES LEVITICO 4:1-12
Lev 4:1 Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
Lev 4:2 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos del SEÑOR sobre cosas que no se han de hacer, e hiciere alguna de ellas;
Lev 4:3 si el sacerdote ungido pecare, según el pecado del pueblo, ofrecerá por su pecado que habrá cometido, un novillo sin tacha para expiación.
Lev 4:4 Y traerá el novillo a la puerta del tabernáculo del testimonio delante del SEÑOR, y pondrá su mano sobre la cabeza del novillo, y lo degollará delante del SEÑOR.
Lev 4:5 Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del novillo, y la traerá al tabernáculo del testimonio;
Lev 4:6 y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante del SEÑOR, hacia el velo del santuario.
Lev 4:7 Y pondrá el sacerdote de la sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo del testimonio delante del SEÑOR; y echará toda la sangre del novillo al cimiento del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo del testimonio.
Lev 4:8 Y tomará del novillo para la expiación todo su sebo, el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre las entrañas,
Lev 4:9 y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares, y con los riñones quitará el redaño de sobre el hígado,
Lev 4:10 de la manera que se quita del buey del sacrificio de la paz; y hará el sacerdote perfume de ello sobre el altar del holocausto.
Lev 4:11 Y el cuero del novillo, y toda su carne, con su cabeza, y sus piernas, y sus intestinos, y su estiércol;
Lev 4:12 finalmente, todo el novillo sacará fuera del campo, a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña; en el lugar donde se echan las cenizas será quemado.
Lev 4:2 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos del SEÑOR sobre cosas que no se han de hacer, e hiciere alguna de ellas;
Lev 4:3 si el sacerdote ungido pecare, según el pecado del pueblo, ofrecerá por su pecado que habrá cometido, un novillo sin tacha para expiación.
Lev 4:4 Y traerá el novillo a la puerta del tabernáculo del testimonio delante del SEÑOR, y pondrá su mano sobre la cabeza del novillo, y lo degollará delante del SEÑOR.
Lev 4:5 Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del novillo, y la traerá al tabernáculo del testimonio;
Lev 4:6 y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante del SEÑOR, hacia el velo del santuario.
Lev 4:7 Y pondrá el sacerdote de la sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo del testimonio delante del SEÑOR; y echará toda la sangre del novillo al cimiento del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo del testimonio.
Lev 4:8 Y tomará del novillo para la expiación todo su sebo, el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre las entrañas,
Lev 4:9 y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares, y con los riñones quitará el redaño de sobre el hígado,
Lev 4:10 de la manera que se quita del buey del sacrificio de la paz; y hará el sacerdote perfume de ello sobre el altar del holocausto.
Lev 4:11 Y el cuero del novillo, y toda su carne, con su cabeza, y sus piernas, y sus intestinos, y su estiércol;
Lev 4:12 finalmente, todo el novillo sacará fuera del campo, a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña; en el lugar donde se echan las cenizas será quemado.
martes, 27 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MARTES LEVITICO 3:1-17
Lev 3:1 «Cuando alguien quiera pedirme salud y bienestar, deberá presentarme como ofrenda un ternero o una ternera sin defecto alguno.
Lev 3:2 »El que presente la ofrenda pondrá sus manos sobre la cabeza del animal, y lo matará a la entrada del santuario. Luego, los sacerdotes derramarán la sangre en los costados del altar,
Lev 3:3 y sobre él quemarán lo siguiente: los intestinos, los dos riñones, los lomos, una parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso. Esta ofrenda la quemarán junto con las ofrendas de cada mañana. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 3:6 »Si alguien me presenta como ofrenda una oveja o una cabra, ese animal no deberá tener ningún defecto.
Lev 3:7 »Si alguien me presenta como ofrenda un cordero,
Lev 3:8 deberá poner sus manos sobre la cabeza del animal y matarlo a la entrada del santuario. Luego, los sacerdotes derramarán la sangre en los costados del altar,
Lev 3:9 y sobre él quemarán lo siguiente: los intestinos, los dos riñones, los lomos, parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso, y toda la cola. Se trata de comida que se presenta en mi honor.
Lev 3:12 »Si alguien me presenta como ofrenda una cabra, deberá poner sus manos sobre la cabeza del animal y matarlo a la entrada del santuario. Luego, los sacerdotes derramarán la sangre en los costados del altar,
Lev 3:14 y sobre él quemarán lo siguiente: los intestinos, los dos riñones, los lomos, una parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso. Se trata de una comida de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 3:17 »Ustedes nunca deben comer grasa ni sangre. No importa dónde vivan, ésta es una ley que deberán obedecer siempre».
Lev 3:2 »El que presente la ofrenda pondrá sus manos sobre la cabeza del animal, y lo matará a la entrada del santuario. Luego, los sacerdotes derramarán la sangre en los costados del altar,
Lev 3:3 y sobre él quemarán lo siguiente: los intestinos, los dos riñones, los lomos, una parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso. Esta ofrenda la quemarán junto con las ofrendas de cada mañana. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 3:6 »Si alguien me presenta como ofrenda una oveja o una cabra, ese animal no deberá tener ningún defecto.
Lev 3:7 »Si alguien me presenta como ofrenda un cordero,
Lev 3:8 deberá poner sus manos sobre la cabeza del animal y matarlo a la entrada del santuario. Luego, los sacerdotes derramarán la sangre en los costados del altar,
Lev 3:9 y sobre él quemarán lo siguiente: los intestinos, los dos riñones, los lomos, parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso, y toda la cola. Se trata de comida que se presenta en mi honor.
Lev 3:12 »Si alguien me presenta como ofrenda una cabra, deberá poner sus manos sobre la cabeza del animal y matarlo a la entrada del santuario. Luego, los sacerdotes derramarán la sangre en los costados del altar,
Lev 3:14 y sobre él quemarán lo siguiente: los intestinos, los dos riñones, los lomos, una parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso. Se trata de una comida de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 3:17 »Ustedes nunca deben comer grasa ni sangre. No importa dónde vivan, ésta es una ley que deberán obedecer siempre».
lunes, 26 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL LUNES LEVITICO 2:1-16
Lev 2:1 «Cuando alguien me presente cereales como ofrenda, deberá traer harina de la mejor calidad. Sobre la harina se derramará aceite, y se le pondrá también un poco de incienso;
Lev 2:2 luego se le entregará a los sacerdotes. Ellos tomarán un puñado de la harina con aceite, y todo el incienso, y lo quemarán sobre el altar, para que ustedes se acuerden de que yo les doy todas las cosas. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 2:3 El resto de la ofrenda será muy especial, y de ella sólo podrán comer los sacerdotes.
Lev 2:4 »Cuando alguien me presente panes o galletas como ofrenda, la harina deberá ser de la mejor calidad. Los panes y las galletas se hornearán sin levadura; los panes serán amasados con aceite, y las galletas sólo untadas con aceite.
Lev 2:5 »Si alguien me ofrece cereales fritos en la sartén, la harina debe estar amasada con aceite y no tener levadura.
Lev 2:6 Además, deberán cortarla en pedazos y derramar aceite sobre ella. Se trata de una ofrenda de cereal.
Lev 2:7 »Si alguien me ofrece cereales cocidos en la cacerola, la harina deberá ser de la mejor calidad, y amasada con aceite.
Lev 2:8 »El que me presente cualquiera de estas ofrendas, deberá llevársela al sacerdote, quien la acercará al altar.
Lev 2:9 Allí, el sacerdote quemará una parte de la ofrenda, para que ustedes se acuerden de que yo les doy todas las cosas. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, presentada en mi honor.
Lev 2:10 El resto de la ofrenda será muy especial, y de ella sólo podrán comer los sacerdotes.
Lev 2:11 »Ninguna de las ofrendas que me presenten debe tener miel o levadura, porque eso hará que las ofrendas fermenten.
Lev 2:12 Podrán ofrecerme miel y levadura junto con los primeros frutos de sus cosechas, pero no para quemarlas como ofrenda en mi honor.
Lev 2:13 »En cambio, deben poner sal en todas las ofrendas que me presenten, porque la sal es símbolo del pacto que han hecho conmigo.
Lev 2:14 »Si alguien me presenta como ofrenda los primeros frutos de sus cosechas, deben ofrecerme espigas tostadas al fuego, o harina de los cereales recién cosechados.
Lev 2:15 Sobre estas ofrendas derramarán aceite y les agregarán un poco de incienso.
Lev 2:16 »El sacerdote quemará sobre el altar una parte de la ofrenda, para que ustedes se acuerden de que yo les doy todas las cosas».
Lev 2:2 luego se le entregará a los sacerdotes. Ellos tomarán un puñado de la harina con aceite, y todo el incienso, y lo quemarán sobre el altar, para que ustedes se acuerden de que yo les doy todas las cosas. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 2:3 El resto de la ofrenda será muy especial, y de ella sólo podrán comer los sacerdotes.
Lev 2:4 »Cuando alguien me presente panes o galletas como ofrenda, la harina deberá ser de la mejor calidad. Los panes y las galletas se hornearán sin levadura; los panes serán amasados con aceite, y las galletas sólo untadas con aceite.
Lev 2:5 »Si alguien me ofrece cereales fritos en la sartén, la harina debe estar amasada con aceite y no tener levadura.
Lev 2:6 Además, deberán cortarla en pedazos y derramar aceite sobre ella. Se trata de una ofrenda de cereal.
Lev 2:7 »Si alguien me ofrece cereales cocidos en la cacerola, la harina deberá ser de la mejor calidad, y amasada con aceite.
Lev 2:8 »El que me presente cualquiera de estas ofrendas, deberá llevársela al sacerdote, quien la acercará al altar.
Lev 2:9 Allí, el sacerdote quemará una parte de la ofrenda, para que ustedes se acuerden de que yo les doy todas las cosas. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, presentada en mi honor.
Lev 2:10 El resto de la ofrenda será muy especial, y de ella sólo podrán comer los sacerdotes.
Lev 2:11 »Ninguna de las ofrendas que me presenten debe tener miel o levadura, porque eso hará que las ofrendas fermenten.
Lev 2:12 Podrán ofrecerme miel y levadura junto con los primeros frutos de sus cosechas, pero no para quemarlas como ofrenda en mi honor.
Lev 2:13 »En cambio, deben poner sal en todas las ofrendas que me presenten, porque la sal es símbolo del pacto que han hecho conmigo.
Lev 2:14 »Si alguien me presenta como ofrenda los primeros frutos de sus cosechas, deben ofrecerme espigas tostadas al fuego, o harina de los cereales recién cosechados.
Lev 2:15 Sobre estas ofrendas derramarán aceite y les agregarán un poco de incienso.
Lev 2:16 »El sacerdote quemará sobre el altar una parte de la ofrenda, para que ustedes se acuerden de que yo les doy todas las cosas».
domingo, 25 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL DOMINGO LEVITICO 1:1-17
Lev 1:1 Dios llamó a Moisés desde el santuario y le ordenó
Lev 1:2 que les diera este mensaje a los israelitas: «Cuando alguno de ustedes me presente una ofrenda para quemarla en mi honor, podrá ofrecerme terneros, cabritos o corderos.
Lev 1:3 »Si alguien me presenta un ternero como ofrenda, éste deberá ser un macho sin ningún defecto. Lo llevará a la entrada del santuario,
Lev 1:4 y allí pondrá su mano sobre la cabeza del ternero, y lo matará. Así, yo recibiré su ofrenda con agrado, y le perdonaré sus pecados. »Los sacerdotes me presentarán la sangre del ternero, y luego la derramarán en los cuatro costados del altar.
Lev 1:6 El que me presente la ofrenda le quitará el cuero y cortará el animal en pedazos. Por último, lavará con agua los intestinos y las patas del animal, y entregará todo a los sacerdotes. Ellos pondrán leña sobre el altar y le prenderán fuego, y allí quemarán los pedazos del ternero, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y la grasa. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 1:10 »Si alguien me ofrece un cordero o un cabrito, éste deberá ser también un macho sin ningún defecto.
Lev 1:11 Lo matará sobre un costado del altar, y los sacerdotes derramarán la sangre en los cuatro costados.
Lev 1:12 Luego, el que me presente la ofrenda cortará el animal en pedazos. Por último, lavará con agua los intestinos y las patas del animal, y entregará todo a los sacerdotes. Ellos quemarán los pedazos en el altar, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y la grasa. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 1:14 »Si alguien me presenta aves como ofrenda, éstas pueden ser palomas o tortolitas.
Lev 1:15 El sacerdote pondrá el ave sobre el altar, y allí le arrancará la cabeza y la quemará, dejando que la sangre corra por los costados del altar.
Lev 1:16 Luego le sacará el buche y los intestinos, y los arrojará en el costado del altar donde se echan las cenizas.
Lev 1:17 Después abrirá en dos el ave, de modo que en cada mitad haya un ala, pero sin separar las dos mitades. Por último, el sacerdote quemará el resto del ave sobre la leña encendida. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor».
Lev 1:2 que les diera este mensaje a los israelitas: «Cuando alguno de ustedes me presente una ofrenda para quemarla en mi honor, podrá ofrecerme terneros, cabritos o corderos.
Lev 1:3 »Si alguien me presenta un ternero como ofrenda, éste deberá ser un macho sin ningún defecto. Lo llevará a la entrada del santuario,
Lev 1:4 y allí pondrá su mano sobre la cabeza del ternero, y lo matará. Así, yo recibiré su ofrenda con agrado, y le perdonaré sus pecados. »Los sacerdotes me presentarán la sangre del ternero, y luego la derramarán en los cuatro costados del altar.
Lev 1:6 El que me presente la ofrenda le quitará el cuero y cortará el animal en pedazos. Por último, lavará con agua los intestinos y las patas del animal, y entregará todo a los sacerdotes. Ellos pondrán leña sobre el altar y le prenderán fuego, y allí quemarán los pedazos del ternero, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y la grasa. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 1:10 »Si alguien me ofrece un cordero o un cabrito, éste deberá ser también un macho sin ningún defecto.
Lev 1:11 Lo matará sobre un costado del altar, y los sacerdotes derramarán la sangre en los cuatro costados.
Lev 1:12 Luego, el que me presente la ofrenda cortará el animal en pedazos. Por último, lavará con agua los intestinos y las patas del animal, y entregará todo a los sacerdotes. Ellos quemarán los pedazos en el altar, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y la grasa. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor.
Lev 1:14 »Si alguien me presenta aves como ofrenda, éstas pueden ser palomas o tortolitas.
Lev 1:15 El sacerdote pondrá el ave sobre el altar, y allí le arrancará la cabeza y la quemará, dejando que la sangre corra por los costados del altar.
Lev 1:16 Luego le sacará el buche y los intestinos, y los arrojará en el costado del altar donde se echan las cenizas.
Lev 1:17 Después abrirá en dos el ave, de modo que en cada mitad haya un ala, pero sin separar las dos mitades. Por último, el sacerdote quemará el resto del ave sobre la leña encendida. Se trata de una ofrenda de aroma agradable, que se presenta en mi honor».
sábado, 24 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL SABADO MATEO 28:11-20
Mat 28:11 Las mujeres fueron a buscar a los discípulos. Mientras tanto, algunos de los soldados que cuidaban la tumba regresaron a la ciudad. Allí les contaron a los sacerdotes principales todo lo que había pasado.
Mat 28:12 Entonces los sacerdotes y los líderes del país decidieron pagarles mucho dinero a los soldados, para que no dijeran lo que en verdad había sucedido.
Mat 28:13 Les dijeron: «Vayan y digan a la gente que los discípulos de Jesús vinieron por la noche, cuando ustedes estaban dormidos, y que se robaron el cuerpo de Jesús.
Mat 28:14 Si el gobernador llega a saber esto, nosotros hablaremos con él, y a ustedes no se les culpará de nada.»
Mat 28:15 Los soldados aceptaron el dinero y le contaron a la gente lo que los sacerdotes principales les habían indicado. Esta misma mentira es la que se sigue contando entre los judíos hasta el momento de escribir esta historia.
Mat 28:16 Los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado.
Mat 28:17 Cuando se encontraron con él, lo adoraron, aunque algunos de ellos todavía dudaban de que realmente fuera Jesús.
Mat 28:18 Pero él se acercó y les dijo: «Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.
Mat 28:19 Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mat 28:20 Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»
Mat 28:12 Entonces los sacerdotes y los líderes del país decidieron pagarles mucho dinero a los soldados, para que no dijeran lo que en verdad había sucedido.
Mat 28:13 Les dijeron: «Vayan y digan a la gente que los discípulos de Jesús vinieron por la noche, cuando ustedes estaban dormidos, y que se robaron el cuerpo de Jesús.
Mat 28:14 Si el gobernador llega a saber esto, nosotros hablaremos con él, y a ustedes no se les culpará de nada.»
Mat 28:15 Los soldados aceptaron el dinero y le contaron a la gente lo que los sacerdotes principales les habían indicado. Esta misma mentira es la que se sigue contando entre los judíos hasta el momento de escribir esta historia.
Mat 28:16 Los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado.
Mat 28:17 Cuando se encontraron con él, lo adoraron, aunque algunos de ellos todavía dudaban de que realmente fuera Jesús.
Mat 28:18 Pero él se acercó y les dijo: «Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.
Mat 28:19 Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mat 28:20 Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»
viernes, 23 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL VIERNES MATEO 28:1-10
Mat 28:1 El domingo al amanecer, cuando ya había pasado el tiempo del descanso obligatorio, María Magdalena y la otra María fueron a ver la tumba de Jesús.
Mat 28:2 De pronto, hubo un gran temblor. Un ángel de Dios bajó del cielo, movió la piedra que cerraba la tumba, y se sentó sobre ella.
Mat 28:3 El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.
Mat 28:4 Al verlo, los guardias se asustaron tanto que empezaron a temblar y se quedaron como muertos.
Mat 28:5 El ángel les dijo a las mujeres: «No se asusten. Yo sé que están buscando a Jesús, el que murió en la cruz.
Mat 28:6 No está aquí; ha resucitado, tal y como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde habían puesto su cuerpo.
Mat 28:7 Y ahora, vayan de inmediato a contarles a sus discípulos que él ya ha resucitado, y que va a Galilea para llegar antes que ellos. Allí podrán verlo. Este es el mensaje que les doy.»
Mat 28:8 Las mujeres se asustaron mucho, pero también se alegraron, y enseguida corrieron a darles la noticia a los discípulos.
Mat 28:9 En eso, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron a él, le abrazaron los pies y lo adoraron.
Mat 28:10 Entonces Jesús les dijo: «No tengan miedo. Corran a avisarles a mis discípulos, para que vayan a Galilea; allí me verán.»
Mat 28:2 De pronto, hubo un gran temblor. Un ángel de Dios bajó del cielo, movió la piedra que cerraba la tumba, y se sentó sobre ella.
Mat 28:3 El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.
Mat 28:4 Al verlo, los guardias se asustaron tanto que empezaron a temblar y se quedaron como muertos.
Mat 28:5 El ángel les dijo a las mujeres: «No se asusten. Yo sé que están buscando a Jesús, el que murió en la cruz.
Mat 28:6 No está aquí; ha resucitado, tal y como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde habían puesto su cuerpo.
Mat 28:7 Y ahora, vayan de inmediato a contarles a sus discípulos que él ya ha resucitado, y que va a Galilea para llegar antes que ellos. Allí podrán verlo. Este es el mensaje que les doy.»
Mat 28:8 Las mujeres se asustaron mucho, pero también se alegraron, y enseguida corrieron a darles la noticia a los discípulos.
Mat 28:9 En eso, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron a él, le abrazaron los pies y lo adoraron.
Mat 28:10 Entonces Jesús les dijo: «No tengan miedo. Corran a avisarles a mis discípulos, para que vayan a Galilea; allí me verán.»
jueves, 22 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL JUEVES MATEO 27:57-66
Mat 27:57 Al anochecer, un hombre rico llamado José se acercó al lugar. Era del pueblo de Arimatea y se había hecho seguidor de Jesús.
Mat 27:58 José le pidió a Pilato que le permitiera llevarse el cuerpo de Jesús, para enterrarlo. Pilato ordenó que se lo dieran.
Mat 27:59 José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia
Mat 27:60 y lo puso en una tumba. Era una tumba nueva, que hacía poco tiempo él había ordenado construir en una gran roca. José tapó la entrada de la tumba con una piedra muy grande, y se fue.
Mat 27:61 Frente a la tumba se quedaron sentadas María Magdalena y la otra María.
Mat 27:62 El día siguiente era sábado, el día de descanso de los judíos. Los sacerdotes principales y los fariseos fueron a ver a Pilato
Mat 27:63 y le dijeron: —Señor, nos acordamos de que, cuando ese mentiroso de Jesús aún vivía, dijo: “Tres días después de que me maten resucitaré.”
Mat 27:64 Ahora sus discípulos pueden robar el cuerpo y empezar a decir a la gente que Jesús resucitó. Ese engaño sería peor que cuando él dijo que era el Mesías. Para que no pase esto, ordene usted que unos guardias vigilen cuidadosamente la tumba hasta después del tercer día.
Mat 27:65 Pilato les dijo: —Ustedes tienen soldados a su servicio; vayan y protejan la tumba lo mejor que puedan.
Mat 27:66 Entonces ellos fueron a la tumba, y ataron la piedra que tapaba la entrada para que no se moviera. También dejaron allí a los soldados para que vigilaran.
Mat 27:58 José le pidió a Pilato que le permitiera llevarse el cuerpo de Jesús, para enterrarlo. Pilato ordenó que se lo dieran.
Mat 27:59 José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia
Mat 27:60 y lo puso en una tumba. Era una tumba nueva, que hacía poco tiempo él había ordenado construir en una gran roca. José tapó la entrada de la tumba con una piedra muy grande, y se fue.
Mat 27:61 Frente a la tumba se quedaron sentadas María Magdalena y la otra María.
Mat 27:62 El día siguiente era sábado, el día de descanso de los judíos. Los sacerdotes principales y los fariseos fueron a ver a Pilato
Mat 27:63 y le dijeron: —Señor, nos acordamos de que, cuando ese mentiroso de Jesús aún vivía, dijo: “Tres días después de que me maten resucitaré.”
Mat 27:64 Ahora sus discípulos pueden robar el cuerpo y empezar a decir a la gente que Jesús resucitó. Ese engaño sería peor que cuando él dijo que era el Mesías. Para que no pase esto, ordene usted que unos guardias vigilen cuidadosamente la tumba hasta después del tercer día.
Mat 27:65 Pilato les dijo: —Ustedes tienen soldados a su servicio; vayan y protejan la tumba lo mejor que puedan.
Mat 27:66 Entonces ellos fueron a la tumba, y ataron la piedra que tapaba la entrada para que no se moviera. También dejaron allí a los soldados para que vigilaran.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MIERCOLES MATEO 27:44-56
Mat 27:45 Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, el cielo se puso oscuro.
Mat 27:46 A esa hora, Jesús gritó con mucha fuerza: «¡Elí, Elí!, ¿lemá sabactani?» Eso quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?»
Mat 27:47 Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron: «¡Está llamando al profeta Elías!»
Mat 27:48 Uno de ellos buscó enseguida una esponja, la empapó con vinagre, la ató en el extremo de un palo largo y se la acercó a Jesús, para que bebiera.
Mat 27:49 Los demás que observaban le dijeron: «Déjalo, vamos a ver si Elías viene a salvarlo.»
Mat 27:50 Jesús lanzó otro fuerte grito, y murió.
Mat 27:51 En aquel momento, la cortina del templo se partió en dos, de arriba abajo, la tierra tembló y las rocas se partieron;
Mat 27:52 las tumbas se abrieron, y muchos de los que confiaban en Dios y ya habían muerto, volvieron a vivir.
Mat 27:53 Después de que Jesús resucitó, esas personas entraron en Jerusalén y mucha gente las vio.
Mat 27:54 El oficial romano y los soldados que vigilaban a Jesús sintieron el terremoto y vieron todo lo que pasaba. Temblando de miedo dijeron: «¡Es verdad, este hombre era el Hijo de Dios!»
Mat 27:55 Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos. Ellas habían seguido y ayudado a Jesús durante su viaje desde Galilea.
Mat 27:56 Entre esas mujeres estaban María Magdalena; María, madre de Santiago y de José; y la esposa de Zebedeo.
Mat 27:46 A esa hora, Jesús gritó con mucha fuerza: «¡Elí, Elí!, ¿lemá sabactani?» Eso quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?»
Mat 27:47 Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron: «¡Está llamando al profeta Elías!»
Mat 27:48 Uno de ellos buscó enseguida una esponja, la empapó con vinagre, la ató en el extremo de un palo largo y se la acercó a Jesús, para que bebiera.
Mat 27:49 Los demás que observaban le dijeron: «Déjalo, vamos a ver si Elías viene a salvarlo.»
Mat 27:50 Jesús lanzó otro fuerte grito, y murió.
Mat 27:51 En aquel momento, la cortina del templo se partió en dos, de arriba abajo, la tierra tembló y las rocas se partieron;
Mat 27:52 las tumbas se abrieron, y muchos de los que confiaban en Dios y ya habían muerto, volvieron a vivir.
Mat 27:53 Después de que Jesús resucitó, esas personas entraron en Jerusalén y mucha gente las vio.
Mat 27:54 El oficial romano y los soldados que vigilaban a Jesús sintieron el terremoto y vieron todo lo que pasaba. Temblando de miedo dijeron: «¡Es verdad, este hombre era el Hijo de Dios!»
Mat 27:55 Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos. Ellas habían seguido y ayudado a Jesús durante su viaje desde Galilea.
Mat 27:56 Entre esas mujeres estaban María Magdalena; María, madre de Santiago y de José; y la esposa de Zebedeo.
martes, 20 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MARTES MATEO 27:27-44
Mat 27:27 Los soldados de Pilato llevaron a Jesús al patio del cuartel y llamaron al resto de la tropa.
Mat 27:28 Allí desvistieron a Jesús y le pusieron un manto rojo,
Mat 27:29 le colocaron en la cabeza una corona hecha con ramas de espinos, y le pusieron una vara en la mano derecha. Luego se arrodillaron ante él, y en son de burla le decían: «¡Viva el rey de los judíos!»
Mat 27:30 Lo escupían y, con la misma vara que le habían dado, le pegaban en la cabeza.
Mat 27:31 Cuando se cansaron de burlarse de él, le quitaron el manto, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para clavarlo en la cruz.
Mat 27:32 Los soldados salieron con Jesús. En el camino encontraron a un hombre llamado Simón, que era del pueblo de Cirene, y obligaron a ese hombre a cargar la cruz de Jesús.
Mat 27:33 Cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que quiere decir «La Calavera»,
Mat 27:34 le dieron vino mezclado con una hierba amarga, la cual servía para aliviar los dolores. Jesús lo probó, pero no quiso beberlo.
Mat 27:35 Los soldados clavaron a Jesús en la cruz, y luego hicieron un sorteo para ver quién de ellos se quedaría con su ropa. También colocaron un letrero por encima de la cabeza de Jesús, para explicar por qué lo habían clavado en la cruz. El letrero decía: «Este es Jesús, el Rey de los judíos». Junto con Jesús clavaron también a dos bandidos, y los pusieron uno a su derecha y el otro a su izquierda. Luego, los soldados se sentaron para vigilarlos.
Mat 27:39 La gente que pasaba por allí insultaba a Jesús y se burlaba de él, haciéndole muecas
Mat 27:40 y diciéndole: «Tú dijiste que podías destruir el templo y construirlo de nuevo en tres días. ¡Si tienes tanto poder, sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz!»
Mat 27:41 También los sacerdotes principales, los maestros de la Ley y los líderes del pueblo se burlaban de él. Decían:
Mat 27:42 «Este salvó a otros, pero no puede salvarse a sí mismo. Dice que es el rey de Israel. ¡Pues que baje de la cruz y creeremos en él!
Mat 27:43 Dijo que confiaba en Dios, y que era el Hijo de Dios. ¡Pues si en verdad Dios lo ama, que lo salve ahora!»
Mat 27:44 Y también insultaban a Jesús los bandidos que fueron clavados a su lado.
Mat 27:28 Allí desvistieron a Jesús y le pusieron un manto rojo,
Mat 27:29 le colocaron en la cabeza una corona hecha con ramas de espinos, y le pusieron una vara en la mano derecha. Luego se arrodillaron ante él, y en son de burla le decían: «¡Viva el rey de los judíos!»
Mat 27:30 Lo escupían y, con la misma vara que le habían dado, le pegaban en la cabeza.
Mat 27:31 Cuando se cansaron de burlarse de él, le quitaron el manto, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para clavarlo en la cruz.
Mat 27:32 Los soldados salieron con Jesús. En el camino encontraron a un hombre llamado Simón, que era del pueblo de Cirene, y obligaron a ese hombre a cargar la cruz de Jesús.
Mat 27:33 Cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que quiere decir «La Calavera»,
Mat 27:34 le dieron vino mezclado con una hierba amarga, la cual servía para aliviar los dolores. Jesús lo probó, pero no quiso beberlo.
Mat 27:35 Los soldados clavaron a Jesús en la cruz, y luego hicieron un sorteo para ver quién de ellos se quedaría con su ropa. También colocaron un letrero por encima de la cabeza de Jesús, para explicar por qué lo habían clavado en la cruz. El letrero decía: «Este es Jesús, el Rey de los judíos». Junto con Jesús clavaron también a dos bandidos, y los pusieron uno a su derecha y el otro a su izquierda. Luego, los soldados se sentaron para vigilarlos.
Mat 27:39 La gente que pasaba por allí insultaba a Jesús y se burlaba de él, haciéndole muecas
Mat 27:40 y diciéndole: «Tú dijiste que podías destruir el templo y construirlo de nuevo en tres días. ¡Si tienes tanto poder, sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz!»
Mat 27:41 También los sacerdotes principales, los maestros de la Ley y los líderes del pueblo se burlaban de él. Decían:
Mat 27:42 «Este salvó a otros, pero no puede salvarse a sí mismo. Dice que es el rey de Israel. ¡Pues que baje de la cruz y creeremos en él!
Mat 27:43 Dijo que confiaba en Dios, y que era el Hijo de Dios. ¡Pues si en verdad Dios lo ama, que lo salve ahora!»
Mat 27:44 Y también insultaban a Jesús los bandidos que fueron clavados a su lado.
lunes, 19 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL LUNES MATEO 27:11-26
Mat 27:11 Cuando llevaron a Jesús ante Pilato, este le preguntó: —¿Eres en verdad el rey de los judíos? Jesús respondió: —Tú lo dices.
Mat 27:12 Los sacerdotes principales y los líderes del país acusaban a Jesús delante de Pilato, pero Jesús no respondía nada.
Mat 27:13 Pilato le preguntó: —¿No oyes todo lo que dicen contra ti?
Mat 27:14 Y como Jesús no respondió nada, el gobernador se quedó muy asombrado.
Mat 27:15 Durante la fiesta de la Pascua, el gobernador tenía la costumbre de poner en libertad a uno de los presos; el que el pueblo quisiera.
Mat 27:16 En ese tiempo estaba encarcelado un bandido muy famoso, que se llamaba Jesús Barrabás.
Mat 27:17 Pilato le preguntó a la gente que estaba allí: «¿A quién quieren ustedes que ponga en libertad: a Jesús Barrabás, o a Jesús, a quien llaman el Mesías?»
Mat 27:18 Pilato preguntó esto porque sabía que, por envidia, los sacerdotes principales y los líderes acusaban a Jesús.
Mat 27:19 Mientras Pilato estaba juzgando el caso, su esposa le mandó este mensaje: «No te metas con ese hombre, porque es inocente. Por causa de él, anoche tuve un sueño horrible.»
Mat 27:20 Mientras tanto, los sacerdotes principales y los líderes convencieron a los que estaban allí, para que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.
Mat 27:21 El gobernador volvió a preguntarle al pueblo: —¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad? Y todos respondieron: —¡A Barrabás!
Mat 27:22 Entonces Pilato les dijo: —¿Y qué quieren que haga con Jesús, a quien llaman el Mesías? —¡Que muera en una cruz! —respondieron a coro.
Mat 27:23 El gobernador les preguntó: —Díganme, ¿qué mal ha hecho este hombre? Pero la multitud gritó con más fuerza: —¡Que muera en una cruz!
Mat 27:24 Pilato vio que ya no le hacían caso, y que aquello podía terminar en un alboroto muy peligroso. Entonces mandó que le llevaran agua, se lavó las manos delante de la gente y dijo: —Yo no soy culpable de la muerte de este hombre. Los culpables son ustedes.
Mat 27:25 Y la gente le contestó: —¡Nosotros y nuestros hijos seremos responsables por la muerte de este hombre!
Mat 27:26 Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás, luego ordenó que golpearan a Jesús en la espalda con un lá
Mat 27:12 Los sacerdotes principales y los líderes del país acusaban a Jesús delante de Pilato, pero Jesús no respondía nada.
Mat 27:13 Pilato le preguntó: —¿No oyes todo lo que dicen contra ti?
Mat 27:14 Y como Jesús no respondió nada, el gobernador se quedó muy asombrado.
Mat 27:15 Durante la fiesta de la Pascua, el gobernador tenía la costumbre de poner en libertad a uno de los presos; el que el pueblo quisiera.
Mat 27:16 En ese tiempo estaba encarcelado un bandido muy famoso, que se llamaba Jesús Barrabás.
Mat 27:17 Pilato le preguntó a la gente que estaba allí: «¿A quién quieren ustedes que ponga en libertad: a Jesús Barrabás, o a Jesús, a quien llaman el Mesías?»
Mat 27:18 Pilato preguntó esto porque sabía que, por envidia, los sacerdotes principales y los líderes acusaban a Jesús.
Mat 27:19 Mientras Pilato estaba juzgando el caso, su esposa le mandó este mensaje: «No te metas con ese hombre, porque es inocente. Por causa de él, anoche tuve un sueño horrible.»
Mat 27:20 Mientras tanto, los sacerdotes principales y los líderes convencieron a los que estaban allí, para que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.
Mat 27:21 El gobernador volvió a preguntarle al pueblo: —¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad? Y todos respondieron: —¡A Barrabás!
Mat 27:22 Entonces Pilato les dijo: —¿Y qué quieren que haga con Jesús, a quien llaman el Mesías? —¡Que muera en una cruz! —respondieron a coro.
Mat 27:23 El gobernador les preguntó: —Díganme, ¿qué mal ha hecho este hombre? Pero la multitud gritó con más fuerza: —¡Que muera en una cruz!
Mat 27:24 Pilato vio que ya no le hacían caso, y que aquello podía terminar en un alboroto muy peligroso. Entonces mandó que le llevaran agua, se lavó las manos delante de la gente y dijo: —Yo no soy culpable de la muerte de este hombre. Los culpables son ustedes.
Mat 27:25 Y la gente le contestó: —¡Nosotros y nuestros hijos seremos responsables por la muerte de este hombre!
Mat 27:26 Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás, luego ordenó que golpearan a Jesús en la espalda con un lá
DEVOCIONAL MATEO 27:1-10
Mat 27:1 Al amanecer, todos los sacerdotes principales y los líderes del país hicieron juntos un plan para matar a Jesús.
Mat 27:2 Lo ataron, lo sacaron del palacio de Caifás y lo entregaron a Poncio Pilato, el gobernador romano.
Mat 27:3 Cuando Judas supo que habían condenado a muerte a Jesús, se sintió muy mal por haberlo traicionado. Entonces fue a donde estaban los sacerdotes principales y los líderes del país, les devolvió las treinta monedas de plata,
Mat 27:4 y les dijo: —He pecado contra Dios porque entregué a Jesús, y él es inocente. Ellos le contestaron: —¡Y eso qué nos importa! ¡Es problema tuyo!
Mat 27:5 Entonces Judas tiró las monedas en el templo, y fue y se ahorcó.
Mat 27:6 Los sacerdotes principales recogieron las monedas y dijeron: «Estas monedas son el precio de la vida de un hombre; la ley no nos permite que las pongamos en la caja de las ofrendas.»
Mat 27:7 Entonces decidieron comprar con ese dinero el terreno conocido como «Campo del Alfarero», para enterrar allí a los extranjeros.
Mat 27:8 Por eso, aquel terreno se conoce con el nombre de «Campo de Sangre».
Mat 27:9 Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías: «La gente de Israel puso el precio que se pagó por la vida de aquel hombre: ¡Treinta monedas de plata!
Mat 27:10 Y ellos tomaron las monedas, y compraron el Campo del Alfarero, como Dios me lo había ordenado.»
Mat 27:2 Lo ataron, lo sacaron del palacio de Caifás y lo entregaron a Poncio Pilato, el gobernador romano.
Mat 27:3 Cuando Judas supo que habían condenado a muerte a Jesús, se sintió muy mal por haberlo traicionado. Entonces fue a donde estaban los sacerdotes principales y los líderes del país, les devolvió las treinta monedas de plata,
Mat 27:4 y les dijo: —He pecado contra Dios porque entregué a Jesús, y él es inocente. Ellos le contestaron: —¡Y eso qué nos importa! ¡Es problema tuyo!
Mat 27:5 Entonces Judas tiró las monedas en el templo, y fue y se ahorcó.
Mat 27:6 Los sacerdotes principales recogieron las monedas y dijeron: «Estas monedas son el precio de la vida de un hombre; la ley no nos permite que las pongamos en la caja de las ofrendas.»
Mat 27:7 Entonces decidieron comprar con ese dinero el terreno conocido como «Campo del Alfarero», para enterrar allí a los extranjeros.
Mat 27:8 Por eso, aquel terreno se conoce con el nombre de «Campo de Sangre».
Mat 27:9 Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías: «La gente de Israel puso el precio que se pagó por la vida de aquel hombre: ¡Treinta monedas de plata!
Mat 27:10 Y ellos tomaron las monedas, y compraron el Campo del Alfarero, como Dios me lo había ordenado.»
sábado, 17 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL SABADO MATEO 26:69-75
Mat 26:69 Mientras sucedía todo esto, Pedro estaba sentado en el patio del palacio. De pronto, una sirvienta se le acercó y le dijo: —Tú siempre estabas con Jesús, el de Galilea.
Mat 26:70 Y delante de todos, Pedro le contestó: —Eso no es cierto; ¡no sé de qué me hablas!
Mat 26:71 Pedro salió por la puerta del patio, pero otra sirvienta lo vio y dijo a los que estaban allí: —Este también estaba con Jesús, el que vino de Nazaret.
Mat 26:72 Pedro lo negó de nuevo y dijo: —¡Les juro que no conozco a ese hombre!
Mat 26:73 Un poco más tarde, algunos de los que estaban por allí se acercaron a Pedro y le dijeron: —Estamos seguros de que tú eres uno de los seguidores de Jesús; hablas como los de Galilea.
Mat 26:74 Pedro les contestó con más fuerza: —¡Ya les dije que no conozco a ese hombre! ¡Que Dios me castigue si no estoy diciendo la verdad! En ese momento un gallo cantó,
Mat 26:75 y Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante, vas a decir tres veces que no me conoces.» Entonces Pedro salió de aquel lugar y se echó a llorar con mucha tristeza.
Mat 26:70 Y delante de todos, Pedro le contestó: —Eso no es cierto; ¡no sé de qué me hablas!
Mat 26:71 Pedro salió por la puerta del patio, pero otra sirvienta lo vio y dijo a los que estaban allí: —Este también estaba con Jesús, el que vino de Nazaret.
Mat 26:72 Pedro lo negó de nuevo y dijo: —¡Les juro que no conozco a ese hombre!
Mat 26:73 Un poco más tarde, algunos de los que estaban por allí se acercaron a Pedro y le dijeron: —Estamos seguros de que tú eres uno de los seguidores de Jesús; hablas como los de Galilea.
Mat 26:74 Pedro les contestó con más fuerza: —¡Ya les dije que no conozco a ese hombre! ¡Que Dios me castigue si no estoy diciendo la verdad! En ese momento un gallo cantó,
Mat 26:75 y Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante, vas a decir tres veces que no me conoces.» Entonces Pedro salió de aquel lugar y se echó a llorar con mucha tristeza.
viernes, 16 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL VIERNES MATEO 26:57-68
Mat 26:57 Pedro siguió a Jesús desde lejos y llegó hasta el patio del palacio. Allí se sentó con los guardias para no perderse de nada. Los que arrestaron a Jesús lo llevaron al palacio de Caifás, el jefe de los sacerdotes. Allí estaban reunidos los maestros de la Ley y los líderes del pueblo.
Mat 26:59 Los sacerdotes principales y todos los de la Junta Suprema buscaban gente que mintiera contra Jesús, para poder condenarlo a muerte.
Mat 26:60 Sin embargo, aunque muchos vinieron con mentiras, no pudieron condenarlo.
Mat 26:61 Por fin, hubo dos que dijeron: «Este hombre dijo que es capaz de destruir el templo de Dios, y de construirlo de nuevo en tres días.»
Mat 26:62 El jefe de los sacerdotes dijo a Jesús: —¿Oíste bien de qué te acusan? ¿Qué puedes decir para defenderte?
Mat 26:63 Pero Jesús no respondió nada. Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo: —Dinos por Dios, quien vive para siempre, si eres tú el Mesías, el Hijo de Dios.
Mat 26:64 Jesús le respondió: —Tú lo has dicho. Y déjame decirte que, dentro de poco tiempo, ustedes verán cuando yo, el Hijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.
Mat 26:65 Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes desgarró la ropa para mostrar su enojo, y dijo: —¿Qué les parece? ¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas! —¡Que muera! —contestaron todos.
Mat 26:67 Entonces algunos le escupieron en la cara y otros lo golpearon. Aun otros le pegaban en la cara,
Mat 26:68 y le decían: «Mesías, ¡adivina quién te pegó!»
Mat 26:59 Los sacerdotes principales y todos los de la Junta Suprema buscaban gente que mintiera contra Jesús, para poder condenarlo a muerte.
Mat 26:60 Sin embargo, aunque muchos vinieron con mentiras, no pudieron condenarlo.
Mat 26:61 Por fin, hubo dos que dijeron: «Este hombre dijo que es capaz de destruir el templo de Dios, y de construirlo de nuevo en tres días.»
Mat 26:62 El jefe de los sacerdotes dijo a Jesús: —¿Oíste bien de qué te acusan? ¿Qué puedes decir para defenderte?
Mat 26:63 Pero Jesús no respondió nada. Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo: —Dinos por Dios, quien vive para siempre, si eres tú el Mesías, el Hijo de Dios.
Mat 26:64 Jesús le respondió: —Tú lo has dicho. Y déjame decirte que, dentro de poco tiempo, ustedes verán cuando yo, el Hijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.
Mat 26:65 Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes desgarró la ropa para mostrar su enojo, y dijo: —¿Qué les parece? ¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas! —¡Que muera! —contestaron todos.
Mat 26:67 Entonces algunos le escupieron en la cara y otros lo golpearon. Aun otros le pegaban en la cara,
Mat 26:68 y le decían: «Mesías, ¡adivina quién te pegó!»
jueves, 15 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL JUEVES MATEO 26:47-56
Mat 26:47 Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los doce discípulos. Con él venían muchos hombres armados con palos y cuchillos. Los sacerdotes principales y los líderes del país los habían enviado.
Mat 26:48 Judas ya les había dicho: «Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!»
Mat 26:49 Judas se acercó a Jesús y le dijo: —¡Hola, Maestro! Y lo besó.
Mat 26:50 Jesús le dijo: —Amigo, haz pronto lo que tienes que hacer. Los hombres, por su parte, arrestaron a Jesús.
Mat 26:51 Entonces uno de los que acompañaban a Jesús sacó su espada, y con ella le cortó una oreja al sirviente del jefe de los sacerdotes.
Mat 26:52 Pero Jesús le dijo: —Guarda tu espada, porque al que mata con espada, con espada lo matarán.
Mat 26:53 ¿No sabes que yo puedo pedirle ayuda a mi Padre, y que de inmediato me enviaría todo un ejército de ángeles para defenderme?
Mat 26:54 Deja que todo pase como está sucediendo ahora; sólo así puede cumplirse lo que dice la Biblia.
Mat 26:55 Jesús se volvió a la gente y le preguntó: —¿Por qué han venido con palos y cuchillos, como si yo fuera un criminal? Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca me apresaron.
Mat 26:56 Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que anunciaron los profetas. En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.
Mat 26:48 Judas ya les había dicho: «Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!»
Mat 26:49 Judas se acercó a Jesús y le dijo: —¡Hola, Maestro! Y lo besó.
Mat 26:50 Jesús le dijo: —Amigo, haz pronto lo que tienes que hacer. Los hombres, por su parte, arrestaron a Jesús.
Mat 26:51 Entonces uno de los que acompañaban a Jesús sacó su espada, y con ella le cortó una oreja al sirviente del jefe de los sacerdotes.
Mat 26:52 Pero Jesús le dijo: —Guarda tu espada, porque al que mata con espada, con espada lo matarán.
Mat 26:53 ¿No sabes que yo puedo pedirle ayuda a mi Padre, y que de inmediato me enviaría todo un ejército de ángeles para defenderme?
Mat 26:54 Deja que todo pase como está sucediendo ahora; sólo así puede cumplirse lo que dice la Biblia.
Mat 26:55 Jesús se volvió a la gente y le preguntó: —¿Por qué han venido con palos y cuchillos, como si yo fuera un criminal? Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca me apresaron.
Mat 26:56 Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que anunciaron los profetas. En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MIERCOLES MATEO 26:31-46
Mat 26:31 Cuando llegaron al Monte de los Olivos, Jesús les dijo a los discípulos: —Esta noche ustedes van a perder su confianza en mí. Porque la Biblia dice: “Mataré a mi mejor amigo, y así mi pueblo se dispersará.”
Mat 26:32 »Pero cuando Dios me devuelva la vida, iré a Galilea antes que ustedes.
Mat 26:33 Entonces Pedro le dijo: —Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré.
Mat 26:34 Jesús le respondió: —Pedro, no estés muy seguro de eso; antes de que el gallo cante, tres veces dirás que no me conoces.
Mat 26:35 Pedro le contestó: —Aunque tenga que morir contigo, yo nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos dijeron lo mismo.
Mat 26:36 Después, Jesús fue con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar.»
Mat 26:37 Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan para que lo acompañaran. Luego empezó a sentir una tristeza muy profunda,
Mat 26:38 y les dijo: «Estoy muy triste. Siento que me voy a morir. Quédense aquí conmigo y no se duerman.»
Mat 26:39 Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.»
Mat 26:40 Jesús regresó a donde estaban los tres discípulos, y los encontró durmiendo. Entonces le dijo a Pedro: «¿No han podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?
Mat 26:41 No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas.»
Mat 26:42 Jesús se fue a orar otra vez, y en su oración decía: —Padre, si tengo que pasar por este sufrimiento, estoy dispuesto a obedecerte.
Mat 26:43 Jesús regresó de nuevo a donde estaban los tres discípulos, y otra vez los encontró completamente dormidos, pues estaban muy cansados.
Mat 26:44 Nuevamente se apartó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras con que había orado antes.
Mat 26:45 Luego volvió Jesús a donde estaban los tres discípulos y les dijo: «¿Todavía están durmiendo? Ya vienen los malvados para apresarme a mí, el Hijo del hombre.
Mat 26:46 ¡Levántense y vengan conmigo, que allí viene el que me va a entregar!»
Mat 26:32 »Pero cuando Dios me devuelva la vida, iré a Galilea antes que ustedes.
Mat 26:33 Entonces Pedro le dijo: —Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré.
Mat 26:34 Jesús le respondió: —Pedro, no estés muy seguro de eso; antes de que el gallo cante, tres veces dirás que no me conoces.
Mat 26:35 Pedro le contestó: —Aunque tenga que morir contigo, yo nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos dijeron lo mismo.
Mat 26:36 Después, Jesús fue con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar.»
Mat 26:37 Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan para que lo acompañaran. Luego empezó a sentir una tristeza muy profunda,
Mat 26:38 y les dijo: «Estoy muy triste. Siento que me voy a morir. Quédense aquí conmigo y no se duerman.»
Mat 26:39 Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.»
Mat 26:40 Jesús regresó a donde estaban los tres discípulos, y los encontró durmiendo. Entonces le dijo a Pedro: «¿No han podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?
Mat 26:41 No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas.»
Mat 26:42 Jesús se fue a orar otra vez, y en su oración decía: —Padre, si tengo que pasar por este sufrimiento, estoy dispuesto a obedecerte.
Mat 26:43 Jesús regresó de nuevo a donde estaban los tres discípulos, y otra vez los encontró completamente dormidos, pues estaban muy cansados.
Mat 26:44 Nuevamente se apartó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras con que había orado antes.
Mat 26:45 Luego volvió Jesús a donde estaban los tres discípulos y les dijo: «¿Todavía están durmiendo? Ya vienen los malvados para apresarme a mí, el Hijo del hombre.
Mat 26:46 ¡Levántense y vengan conmigo, que allí viene el que me va a entregar!»
martes, 13 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MARTES MATEO 26:17-30
Mat 26:17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: —¿Dónde quieres que preparemos la cena de la Pascua?
Mat 26:18 Jesús les respondió: —Vayan a la ciudad, busquen al amigo que ustedes ya conocen, y denle este mensaje: “El Maestro dice: yo sé que pronto moriré; por eso quiero celebrar la Pascua en tu casa, con mis discípulos.”
Mat 26:19 Los discípulos fueron y prepararon todo, tal y como Jesús les mandó.
Mat 26:20 Al anochecer, mientras Jesús y sus discípulos comían,
Mat 26:21 él les dijo: —Uno de ustedes me va a entregar a mis enemigos.
Mat 26:22 Los discípulos se pusieron muy tristes, y cada uno de ellos le dijo: —Señor, no estarás acusándome a mí, ¿verdad?
Mat 26:23 Jesús respondió: —El que ha mojado su pan en el mismo plato en que yo estoy comiendo, es el que va a traicionarme.
Mat 26:24 La Biblia dice claramente que yo, el Hijo del hombre, tengo que morir. Sin embargo, al que me traiciona va a pasarle algo muy terrible. ¡Más le valdría no haber nacido!
Mat 26:25 Judas, el que después entregó a Jesús, también le preguntó: —Maestro, ¿hablas de mí? Jesús le contestó: —Tú lo has dicho.
Mat 26:26 Mientras estaban comiendo, Jesús tomó un pan y dio gracias a Dios. Luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo.»
Mat 26:27 Después tomó una copa llena de vino y dio gracias a Dios. Luego la pasó a sus discípulos y les dijo: «Beban todos ustedes de este vino.
Mat 26:28 Esto es mi sangre, y con ella Dios hace un trato con todos ustedes. Esa sangre servirá para perdonar los pecados de mucha gente.
Mat 26:29 Esta es la última vez que bebo de este vino con ustedes. Pero cuando estemos juntos otra vez, en el reino de mi Padre, entonces beberemos del vino nuevo.»
Mat 26:30 Después de eso, cantaron un himno y se fueron al Monte de los Olivos.
Mat 26:18 Jesús les respondió: —Vayan a la ciudad, busquen al amigo que ustedes ya conocen, y denle este mensaje: “El Maestro dice: yo sé que pronto moriré; por eso quiero celebrar la Pascua en tu casa, con mis discípulos.”
Mat 26:19 Los discípulos fueron y prepararon todo, tal y como Jesús les mandó.
Mat 26:20 Al anochecer, mientras Jesús y sus discípulos comían,
Mat 26:21 él les dijo: —Uno de ustedes me va a entregar a mis enemigos.
Mat 26:22 Los discípulos se pusieron muy tristes, y cada uno de ellos le dijo: —Señor, no estarás acusándome a mí, ¿verdad?
Mat 26:23 Jesús respondió: —El que ha mojado su pan en el mismo plato en que yo estoy comiendo, es el que va a traicionarme.
Mat 26:24 La Biblia dice claramente que yo, el Hijo del hombre, tengo que morir. Sin embargo, al que me traiciona va a pasarle algo muy terrible. ¡Más le valdría no haber nacido!
Mat 26:25 Judas, el que después entregó a Jesús, también le preguntó: —Maestro, ¿hablas de mí? Jesús le contestó: —Tú lo has dicho.
Mat 26:26 Mientras estaban comiendo, Jesús tomó un pan y dio gracias a Dios. Luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo.»
Mat 26:27 Después tomó una copa llena de vino y dio gracias a Dios. Luego la pasó a sus discípulos y les dijo: «Beban todos ustedes de este vino.
Mat 26:28 Esto es mi sangre, y con ella Dios hace un trato con todos ustedes. Esa sangre servirá para perdonar los pecados de mucha gente.
Mat 26:29 Esta es la última vez que bebo de este vino con ustedes. Pero cuando estemos juntos otra vez, en el reino de mi Padre, entonces beberemos del vino nuevo.»
Mat 26:30 Después de eso, cantaron un himno y se fueron al Monte de los Olivos.
lunes, 12 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL LUNES MATEO 26:1-16
Mat 26:1 Cuando Jesús terminó de enseñar, dijo a sus discípulos:
Mat 26:2 «Ustedes saben que dentro de dos días va a celebrarse la fiesta de la Pascua. Durante la fiesta, yo, el Hijo del hombre, seré apresado y moriré clavado en una cruz.»
Mat 26:3 En esos días, los sacerdotes principales y los líderes del país se reunieron en el palacio de Caifás, que era jefe de los sacerdotes.
Mat 26:4 Todos ellos se pusieron de acuerdo para ponerle una trampa a Jesús, apresarlo y matarlo.
Mat 26:5 Pero algunos decían: «No hay que hacerlo durante la fiesta, para que la gente no se enoje contra nosotros ni se arme un gran alboroto.»
Mat 26:6 Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenido lepra.
Mat 26:7 Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. La mujer se acercó a Jesús y derramó el perfume sobre su cabeza.
Mat 26:8 Los discípulos se enojaron y dijeron: —¡Qué desperdicio!
Mat 26:9 Ese perfume pudo haberse vendido, y con el dinero hubiéramos ayudado a muchos pobres.
Mat 26:10 Jesús los escuchó, y enseguida les dijo: —No critiquen a esta mujer. Ella me ha tratado con mucha bondad.
Mat 26:11 Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, pero muy pronto yo no estaré aquí con ustedes.
Mat 26:12 Esta mujer derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro.
Mat 26:13 Les aseguro que esto que ella hizo se recordará en todos los lugares donde se anuncien las buenas noticias de Dios.
Mat 26:14 Ese mismo día, Judas Iscariote, que era uno de los doce discípulos de Jesús, fue a ver a los sacerdotes principales
Mat 26:15 y les dijo: «¿Cuánto me pagan si los ayudo a atrapar a Jesús?» Ellos le ofrecieron treinta monedas de plata.
Mat 26:16 Y desde ese momento, Judas buscó una buena oportunidad para entregarles a Jesús.
Mat 26:2 «Ustedes saben que dentro de dos días va a celebrarse la fiesta de la Pascua. Durante la fiesta, yo, el Hijo del hombre, seré apresado y moriré clavado en una cruz.»
Mat 26:3 En esos días, los sacerdotes principales y los líderes del país se reunieron en el palacio de Caifás, que era jefe de los sacerdotes.
Mat 26:4 Todos ellos se pusieron de acuerdo para ponerle una trampa a Jesús, apresarlo y matarlo.
Mat 26:5 Pero algunos decían: «No hay que hacerlo durante la fiesta, para que la gente no se enoje contra nosotros ni se arme un gran alboroto.»
Mat 26:6 Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenido lepra.
Mat 26:7 Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. La mujer se acercó a Jesús y derramó el perfume sobre su cabeza.
Mat 26:8 Los discípulos se enojaron y dijeron: —¡Qué desperdicio!
Mat 26:9 Ese perfume pudo haberse vendido, y con el dinero hubiéramos ayudado a muchos pobres.
Mat 26:10 Jesús los escuchó, y enseguida les dijo: —No critiquen a esta mujer. Ella me ha tratado con mucha bondad.
Mat 26:11 Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, pero muy pronto yo no estaré aquí con ustedes.
Mat 26:12 Esta mujer derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro.
Mat 26:13 Les aseguro que esto que ella hizo se recordará en todos los lugares donde se anuncien las buenas noticias de Dios.
Mat 26:14 Ese mismo día, Judas Iscariote, que era uno de los doce discípulos de Jesús, fue a ver a los sacerdotes principales
Mat 26:15 y les dijo: «¿Cuánto me pagan si los ayudo a atrapar a Jesús?» Ellos le ofrecieron treinta monedas de plata.
Mat 26:16 Y desde ese momento, Judas buscó una buena oportunidad para entregarles a Jesús.
domingo, 11 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL DOMINGO MATEO 25:31-46
Mat 25:31 »Cuando yo, el Hijo del hombre, regrese, vendré como un rey poderoso, rodeado de mis ángeles, y me sentaré en mi trono.
Mat 25:32 Gente de todos los países se presentará delante de mí, y apartaré a los malos de los buenos, como el pastor que aparta las cabras de las ovejas.
Mat 25:33 A los buenos los pondré a mi derecha, y a los malos a mi izquierda.
Mat 25:34 Entonces yo, el Rey, les diré a los buenos: “¡Mi Padre los ha bendecido! ¡Vengan, participen del reino que mi Padre preparó desde antes de la creación del mundo!
Mat 25:35 Porque cuando tuve hambre, ustedes me dieron de comer; cuando tuve sed, me dieron de beber; cuando tuve que salir de mi país, ustedes me recibieron en su casa;
Mat 25:36 cuando no tuve ropa, ustedes me la dieron; cuando estuve enfermo, me visitaron; cuando estuve en la cárcel, ustedes fueron a verme.”
Mat 25:37 »Y los buenos me preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿Cuándo tuviste sed y te dimos de beber?
Mat 25:38 ¿Alguna vez tuviste que salir de tu país y te recibimos en nuestra casa, o te vimos sin ropa y te dimos qué ponerte?
Mat 25:39 No recordamos que hayas estado enfermo, o en la cárcel, y que te hayamos visitado.”
Mat 25:40 »Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”
Mat 25:41 »Luego les diré a los malvados: “¡Aléjense de mí! Lo único que pueden esperar de Dios es castigo. Váyanse al fuego que nunca se apaga, al fuego que Dios preparó para el diablo y sus ayudantes.
Mat 25:42 Porque cuando tuve hambre, ustedes no me dieron de comer; cuando tuve sed, no me dieron de beber;
Mat 25:43 cuando tuve que salir de mi país, ustedes no me recibieron en sus casas; cuando no tuve ropa, ustedes tampoco me dieron qué ponerme; cuando estuve enfermo y en la cárcel, no fueron a verme.”
Mat 25:44 »Ellos me responderán: “Señor, nunca te vimos con hambre o con sed. Nunca supimos que tuviste que salir de tu país, ni te vimos sin ropa. Tampoco supimos que estuviste enfermo o en la cárcel. Por eso no te ayudamos.”
Mat 25:45 »Entonces les contestaré: “Como ustedes no ayudaron ni a una de las personas menos importantes de este mundo, yo considero que tampoco me ayudaron a mí.”
Mat 25:46 »Esta gente malvada recibirá un castigo interminable, pero los que obedecen a Dios recibirán la vida eterna.
Mat 25:32 Gente de todos los países se presentará delante de mí, y apartaré a los malos de los buenos, como el pastor que aparta las cabras de las ovejas.
Mat 25:33 A los buenos los pondré a mi derecha, y a los malos a mi izquierda.
Mat 25:34 Entonces yo, el Rey, les diré a los buenos: “¡Mi Padre los ha bendecido! ¡Vengan, participen del reino que mi Padre preparó desde antes de la creación del mundo!
Mat 25:35 Porque cuando tuve hambre, ustedes me dieron de comer; cuando tuve sed, me dieron de beber; cuando tuve que salir de mi país, ustedes me recibieron en su casa;
Mat 25:36 cuando no tuve ropa, ustedes me la dieron; cuando estuve enfermo, me visitaron; cuando estuve en la cárcel, ustedes fueron a verme.”
Mat 25:37 »Y los buenos me preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿Cuándo tuviste sed y te dimos de beber?
Mat 25:38 ¿Alguna vez tuviste que salir de tu país y te recibimos en nuestra casa, o te vimos sin ropa y te dimos qué ponerte?
Mat 25:39 No recordamos que hayas estado enfermo, o en la cárcel, y que te hayamos visitado.”
Mat 25:40 »Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”
Mat 25:41 »Luego les diré a los malvados: “¡Aléjense de mí! Lo único que pueden esperar de Dios es castigo. Váyanse al fuego que nunca se apaga, al fuego que Dios preparó para el diablo y sus ayudantes.
Mat 25:42 Porque cuando tuve hambre, ustedes no me dieron de comer; cuando tuve sed, no me dieron de beber;
Mat 25:43 cuando tuve que salir de mi país, ustedes no me recibieron en sus casas; cuando no tuve ropa, ustedes tampoco me dieron qué ponerme; cuando estuve enfermo y en la cárcel, no fueron a verme.”
Mat 25:44 »Ellos me responderán: “Señor, nunca te vimos con hambre o con sed. Nunca supimos que tuviste que salir de tu país, ni te vimos sin ropa. Tampoco supimos que estuviste enfermo o en la cárcel. Por eso no te ayudamos.”
Mat 25:45 »Entonces les contestaré: “Como ustedes no ayudaron ni a una de las personas menos importantes de este mundo, yo considero que tampoco me ayudaron a mí.”
Mat 25:46 »Esta gente malvada recibirá un castigo interminable, pero los que obedecen a Dios recibirán la vida eterna.
sábado, 10 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL SABADO MATEO 25:14-20.
Mat 25:14 »En el reino de Dios pasará lo mismo que sucedió cierta vez, cuando un hombre decidió irse de viaje. Llamó a sus empleados y les encargó su dinero.
Mat 25:15 El hombre sabía muy bien lo que cada uno podía hacer. Por eso, a uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil, y a otro mil. Luego se fue de viaje.
Mat 25:16 »El empleado que había recibido cinco mil monedas hizo negocios con ellas, y logró ganar otras cinco mil.
Mat 25:17 El que recibió dos mil monedas ganó otras dos mil.
Mat 25:18 Pero el que recibió mil monedas fue y las escondió bajo tierra.
Mat 25:19 »Mucho tiempo después, el hombre que se había ido de viaje regresó, y quiso arreglar cuentas con sus empleados.
Mat 25:20 Llegó el que había recibido cinco mil monedas, se las entregó junto con otras cinco mil y le dijo: “Señor, usted me dio cinco mil monedas, y aquí tiene otras cinco mil que yo gané.”
Mat 25:21 »El hombre le dijo: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”
Mat 25:22 »Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”
Mat 25:23 »El hombre le contestó: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”
Mat 25:24 »Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible.
Mat 25:25 Por eso me dio miedo, y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas.”
Mat 25:26 »El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente,
Mat 25:27 ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses.”
Mat 25:28 »Entonces el hombre dijo a sus ayudantes: “Quítenle a este las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil.
Mat 25:29 Porque al que tiene mucho se le dará más, y le sobrará; pero al que no tiene nada, hasta lo poco que tiene se le quitará.
Mat 25:30 Y a este empleado inútil, échenlo afuera, a la oscuridad; allí tendrá tanto miedo que llorará y rechinará de terror los dientes.”
Mat 25:15 El hombre sabía muy bien lo que cada uno podía hacer. Por eso, a uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil, y a otro mil. Luego se fue de viaje.
Mat 25:16 »El empleado que había recibido cinco mil monedas hizo negocios con ellas, y logró ganar otras cinco mil.
Mat 25:17 El que recibió dos mil monedas ganó otras dos mil.
Mat 25:18 Pero el que recibió mil monedas fue y las escondió bajo tierra.
Mat 25:19 »Mucho tiempo después, el hombre que se había ido de viaje regresó, y quiso arreglar cuentas con sus empleados.
Mat 25:20 Llegó el que había recibido cinco mil monedas, se las entregó junto con otras cinco mil y le dijo: “Señor, usted me dio cinco mil monedas, y aquí tiene otras cinco mil que yo gané.”
Mat 25:21 »El hombre le dijo: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”
Mat 25:22 »Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”
Mat 25:23 »El hombre le contestó: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”
Mat 25:24 »Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible.
Mat 25:25 Por eso me dio miedo, y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas.”
Mat 25:26 »El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente,
Mat 25:27 ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses.”
Mat 25:28 »Entonces el hombre dijo a sus ayudantes: “Quítenle a este las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil.
Mat 25:29 Porque al que tiene mucho se le dará más, y le sobrará; pero al que no tiene nada, hasta lo poco que tiene se le quitará.
Mat 25:30 Y a este empleado inútil, échenlo afuera, a la oscuridad; allí tendrá tanto miedo que llorará y rechinará de terror los dientes.”
viernes, 9 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL VIERNES MATEO 25:1-13
Mat 25:1 »En el reino de Dios pasará lo mismo que sucedió en una boda. Cuando ya era de noche, diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio.
Mat 25:2 Cinco de ellas eran descuidadas, y las otras cinco, responsables.
Mat 25:3 Las cinco descuidadas no llevaron aceite suficiente,
Mat 25:4 pero las cinco responsables llevaron aceite para llenar sus lámparas de nuevo.
Mat 25:5 »Como el novio tardó mucho en llegar, a las diez muchachas les dio sueño y se durmieron.
Mat 25:6 Como a la media noche, se oyeron gritos: “¡Ya viene el novio, salgan a recibirlo!”
Mat 25:7 »Las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas.
Mat 25:8 Entonces las cinco muchachas descuidadas dijeron a las responsables: “Compartan con nosotras el aceite que ustedes traen, porque nuestras lámparas se están apagando”.
Mat 25:9 »Las cinco responsables contestaron: “No tenemos bastante aceite para darles también a ustedes. Es mejor que vayan a comprarlo.”
Mat 25:10 »Mientras las cinco muchachas descuidadas fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces, las cinco muchachas responsables entraron con él a la fiesta de bodas, y la puerta se cerró.
Mat 25:11 Cuando las cinco descuidadas volvieron, encontraron todo cerrado y gritaron: “¡Señor, Señor, ábranos la puerta!”
Mat 25:12 »Pero el novio les contestó: “No sé quiénes son ustedes. No las conozco.”
Mat 25:13 »Por eso ustedes, mis discípulos, deben estar siempre alerta, porque no saben ni el día ni la hora en que yo volveré.
Mat 25:2 Cinco de ellas eran descuidadas, y las otras cinco, responsables.
Mat 25:3 Las cinco descuidadas no llevaron aceite suficiente,
Mat 25:4 pero las cinco responsables llevaron aceite para llenar sus lámparas de nuevo.
Mat 25:5 »Como el novio tardó mucho en llegar, a las diez muchachas les dio sueño y se durmieron.
Mat 25:6 Como a la media noche, se oyeron gritos: “¡Ya viene el novio, salgan a recibirlo!”
Mat 25:7 »Las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas.
Mat 25:8 Entonces las cinco muchachas descuidadas dijeron a las responsables: “Compartan con nosotras el aceite que ustedes traen, porque nuestras lámparas se están apagando”.
Mat 25:9 »Las cinco responsables contestaron: “No tenemos bastante aceite para darles también a ustedes. Es mejor que vayan a comprarlo.”
Mat 25:10 »Mientras las cinco muchachas descuidadas fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces, las cinco muchachas responsables entraron con él a la fiesta de bodas, y la puerta se cerró.
Mat 25:11 Cuando las cinco descuidadas volvieron, encontraron todo cerrado y gritaron: “¡Señor, Señor, ábranos la puerta!”
Mat 25:12 »Pero el novio les contestó: “No sé quiénes son ustedes. No las conozco.”
Mat 25:13 »Por eso ustedes, mis discípulos, deben estar siempre alerta, porque no saben ni el día ni la hora en que yo volveré.
jueves, 8 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL JUEVES, MATEO 24:36-51.
Mat 24:36 »Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo saben ni siquiera los ángeles del cielo. Es más, tampoco yo lo sé. Sólo Dios, mi Padre, lo sabe.
Mat 24:37 »Cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez, la gente estará viviendo como en la época de Noé.
Mat 24:38 En ese tiempo la gente seguía comiendo, bebiendo y casándose, hasta el momento mismo en que Noé entró en la casa flotante; y luego vino la inundación.
Mat 24:39 La gente no sabía lo que pasaba, hasta el momento en que llegó el diluvio y todos se ahogaron. Algo así pasará cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez.
Mat 24:40 Si en ese momento hay dos hombres trabajando en el campo, me llevaré a uno y dejaré al otro.
Mat 24:41 Si dos mujeres están moliendo granos, me llevaré a una y dejaré a la otra.
Mat 24:42 Por eso, estén siempre alerta, pues ustedes no saben el día en que yo, su Señor, vendré otra vez.
Mat 24:43 Les aseguro que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría la casa y no permitiría que el ladrón entrara.
Mat 24:44 Del mismo modo, ustedes deben estar atentos y preparados, porque yo, el Hijo del hombre, llegaré cuando menos lo esperen.
Mat 24:45 »¿Quién es el sirviente responsable y atento? Es aquel a quien el amo deja a cargo de toda su familia, para darles de comer a su debido tiempo.
Mat 24:46 ¡Qué feliz es el sirviente si su dueño lo encuentra cumpliendo sus órdenes!
Mat 24:47 Les aseguro que el dueño lo pondrá a administrar todas sus posesiones.
Mat 24:48 Pero supongamos que un sirviente malo piensa: “Mi amo salió de viaje y tardará mucho en volver”,
Mat 24:49 y comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con borrachos.
Mat 24:50 Cuando vuelva su amo, en el día y la hora en que el sirviente menos lo espere,
Mat 24:51 lo castigará como se castiga a todos los que engañan a sus amos. Entonces llorará y rechinará de terror los dientes.
Mat 24:37 »Cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez, la gente estará viviendo como en la época de Noé.
Mat 24:38 En ese tiempo la gente seguía comiendo, bebiendo y casándose, hasta el momento mismo en que Noé entró en la casa flotante; y luego vino la inundación.
Mat 24:39 La gente no sabía lo que pasaba, hasta el momento en que llegó el diluvio y todos se ahogaron. Algo así pasará cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez.
Mat 24:40 Si en ese momento hay dos hombres trabajando en el campo, me llevaré a uno y dejaré al otro.
Mat 24:41 Si dos mujeres están moliendo granos, me llevaré a una y dejaré a la otra.
Mat 24:42 Por eso, estén siempre alerta, pues ustedes no saben el día en que yo, su Señor, vendré otra vez.
Mat 24:43 Les aseguro que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría la casa y no permitiría que el ladrón entrara.
Mat 24:44 Del mismo modo, ustedes deben estar atentos y preparados, porque yo, el Hijo del hombre, llegaré cuando menos lo esperen.
Mat 24:45 »¿Quién es el sirviente responsable y atento? Es aquel a quien el amo deja a cargo de toda su familia, para darles de comer a su debido tiempo.
Mat 24:46 ¡Qué feliz es el sirviente si su dueño lo encuentra cumpliendo sus órdenes!
Mat 24:47 Les aseguro que el dueño lo pondrá a administrar todas sus posesiones.
Mat 24:48 Pero supongamos que un sirviente malo piensa: “Mi amo salió de viaje y tardará mucho en volver”,
Mat 24:49 y comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con borrachos.
Mat 24:50 Cuando vuelva su amo, en el día y la hora en que el sirviente menos lo espere,
Mat 24:51 lo castigará como se castiga a todos los que engañan a sus amos. Entonces llorará y rechinará de terror los dientes.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MIERCOLES MATEO 24:29-35
Mat 24:29 Jesús continuó diciendo: —Cuando pase ese tiempo de sufrimiento: “El sol se pondrá oscuro, y la luna dejará de brillar. Las estrellas caerán, y temblarán los poderes que están en el cielo.”
Mat 24:30 »Entonces todos verán en el cielo una señal, la cual indicará que yo, el Hijo del hombre, vengo de nuevo. Y cuando me vean venir entre las nubes del cielo, con mucho poder y gloria, todos los países del mundo temblarán de miedo.
Mat 24:31 Y enviaré por todo el mundo a mis ángeles con una gran trompeta, para que reúnan a mis seguidores.
Mat 24:32 »Aprendan la enseñanza que da la higuera. Cuando a este árbol le salen ramas tiernas y hojas nuevas, ustedes saben que ya se acerca el verano.
Mat 24:33 Del mismo modo, cuando vean que todo está pasando como les he dicho, sabrán que pronto vendré de nuevo.
Mat 24:34 Les aseguro que todo esto pasará antes de que mueran algunos de los que ahora están vivos.
Mat 24:35 El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.
Mat 24:30 »Entonces todos verán en el cielo una señal, la cual indicará que yo, el Hijo del hombre, vengo de nuevo. Y cuando me vean venir entre las nubes del cielo, con mucho poder y gloria, todos los países del mundo temblarán de miedo.
Mat 24:31 Y enviaré por todo el mundo a mis ángeles con una gran trompeta, para que reúnan a mis seguidores.
Mat 24:32 »Aprendan la enseñanza que da la higuera. Cuando a este árbol le salen ramas tiernas y hojas nuevas, ustedes saben que ya se acerca el verano.
Mat 24:33 Del mismo modo, cuando vean que todo está pasando como les he dicho, sabrán que pronto vendré de nuevo.
Mat 24:34 Les aseguro que todo esto pasará antes de que mueran algunos de los que ahora están vivos.
Mat 24:35 El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.
martes, 6 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL MARTES, MATEO 24:15-28
Mat 24:15 Jesús siguió hablando con sus discípulos acerca del fin del mundo, y les dijo: —El que lea esto debe tratar de entender lo que dijo el profeta Daniel. Él anunció que algún día se presentaría una ofrenda asquerosa en el templo. »Cuando vean que en el lugar santo pasa lo que anunció Daniel, entonces huyan.
Mat 24:16 Los que estén en la región de Judea, que corran hacia las montañas;
Mat 24:17 el que esté en la azotea de su casa, que no baje a sacar nada;
Mat 24:18 y el que esté en el campo, que no vaya a su casa a buscar ropa.
Mat 24:19 Las mujeres que en ese momento estén embarazadas van a sufrir mucho. ¡Pobrecitas de las que tengan hijos recién nacidos!
Mat 24:20 Oren a Dios y pídanle que esto no suceda en tiempo de invierno, o en un día de descanso,
Mat 24:21 porque ese día la gente sufrirá muchísimo. Nunca, desde que Dios creó el mundo hasta ahora, la gente ha sufrido tanto como sufrirá ese día; y jamás volverá a sufrir así.
Mat 24:22 Dios ama a quienes él ha elegido, y por eso el tiempo de sufrimiento no será muy largo. Si no fuera así, todos morirían.
Mat 24:23 »Si en esos días alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías”, o “allí está el Mesías”, no le crean.
Mat 24:24 Porque vendrán falsos profetas y falsos mesías, y harán cosas tan maravillosas que engañarán a la gente. Si pueden, también engañarán a los que Dios ha llamado a seguirlo.
Mat 24:25 Ya antes les había dicho a ustedes
Mat 24:26 que si otros vienen y les anuncian: “¡El Mesías está en el desierto!”, no vayan. Y si les dicen: “¡El Mesías está escondido allí!”, no lo crean.
Mat 24:27 Cuando yo, el Hijo del hombre, venga, no me esconderé. Todos me verán, pues mi venida será como un relámpago que ilumina todo el cielo.
Mat 24:28 Todo el mundo sabe que donde se juntan los buitres, allí hay un cadáver. Así será cuando yo venga: todos lo sabrán.
Mat 24:16 Los que estén en la región de Judea, que corran hacia las montañas;
Mat 24:17 el que esté en la azotea de su casa, que no baje a sacar nada;
Mat 24:18 y el que esté en el campo, que no vaya a su casa a buscar ropa.
Mat 24:19 Las mujeres que en ese momento estén embarazadas van a sufrir mucho. ¡Pobrecitas de las que tengan hijos recién nacidos!
Mat 24:20 Oren a Dios y pídanle que esto no suceda en tiempo de invierno, o en un día de descanso,
Mat 24:21 porque ese día la gente sufrirá muchísimo. Nunca, desde que Dios creó el mundo hasta ahora, la gente ha sufrido tanto como sufrirá ese día; y jamás volverá a sufrir así.
Mat 24:22 Dios ama a quienes él ha elegido, y por eso el tiempo de sufrimiento no será muy largo. Si no fuera así, todos morirían.
Mat 24:23 »Si en esos días alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías”, o “allí está el Mesías”, no le crean.
Mat 24:24 Porque vendrán falsos profetas y falsos mesías, y harán cosas tan maravillosas que engañarán a la gente. Si pueden, también engañarán a los que Dios ha llamado a seguirlo.
Mat 24:25 Ya antes les había dicho a ustedes
Mat 24:26 que si otros vienen y les anuncian: “¡El Mesías está en el desierto!”, no vayan. Y si les dicen: “¡El Mesías está escondido allí!”, no lo crean.
Mat 24:27 Cuando yo, el Hijo del hombre, venga, no me esconderé. Todos me verán, pues mi venida será como un relámpago que ilumina todo el cielo.
Mat 24:28 Todo el mundo sabe que donde se juntan los buitres, allí hay un cadáver. Así será cuando yo venga: todos lo sabrán.
lunes, 5 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL LUNES, MATEO 24:1-14.
Mat 24:1 Cuando Jesús salió del templo, sus discípulos se le acercaron para mostrarle los edificios del templo.
Mat 24:2 Entonces él les dijo: «¿Ven ustedes todos estos edificios? Les aseguro que todos ellos serán destruidos. ¡Ni una sola pared quedará en pie!»
Mat 24:3 Después, Jesús y sus discípulos se fueron al Monte de los Olivos. Jesús se sentó y, cuando ya estaban solos, los discípulos le preguntaron: —¿Cuándo será destruido el templo? ¿Cómo sabremos que tú vendrás otra vez, y que ha llegado el fin del mundo? ¿Cuáles serán las señales?
Mat 24:4 Jesús les respondió: —¡Cuidado! No se dejen engañar.
Mat 24:5 Muchos vendrán, y se harán pasar por mí, y le dirán a la gente: “Yo soy el Mesías”. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos.
Mat 24:6 »Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.
Mat 24:7 Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y en muchos lugares habrá terremotos.
Mat 24:8 Eso es sólo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.
Mat 24:9 »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten. Todo el mundo los odiará por ser mis discípulos.
Mat 24:10 Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y sentirá odio por él.
Mat 24:11 Llegarán muchos falsos profetas y engañarán a muchas personas.
Mat 24:12 La gente será tan mala que la mayoría dejará de amarse.
Mat 24:13 Pero yo salvaré a todos mis seguidores que confíen en mí hasta el final.
Mat 24:14 El fin del mundo llegará cuando las buenas noticias del reino de Dios sean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado.
Mat 24:2 Entonces él les dijo: «¿Ven ustedes todos estos edificios? Les aseguro que todos ellos serán destruidos. ¡Ni una sola pared quedará en pie!»
Mat 24:3 Después, Jesús y sus discípulos se fueron al Monte de los Olivos. Jesús se sentó y, cuando ya estaban solos, los discípulos le preguntaron: —¿Cuándo será destruido el templo? ¿Cómo sabremos que tú vendrás otra vez, y que ha llegado el fin del mundo? ¿Cuáles serán las señales?
Mat 24:4 Jesús les respondió: —¡Cuidado! No se dejen engañar.
Mat 24:5 Muchos vendrán, y se harán pasar por mí, y le dirán a la gente: “Yo soy el Mesías”. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos.
Mat 24:6 »Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.
Mat 24:7 Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y en muchos lugares habrá terremotos.
Mat 24:8 Eso es sólo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.
Mat 24:9 »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten. Todo el mundo los odiará por ser mis discípulos.
Mat 24:10 Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y sentirá odio por él.
Mat 24:11 Llegarán muchos falsos profetas y engañarán a muchas personas.
Mat 24:12 La gente será tan mala que la mayoría dejará de amarse.
Mat 24:13 Pero yo salvaré a todos mis seguidores que confíen en mí hasta el final.
Mat 24:14 El fin del mundo llegará cuando las buenas noticias del reino de Dios sean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado.
domingo, 4 de septiembre de 2011
DEVOCIONAL DOMINGO MATEO 23:33-39
Mat 23:33 »¡Ustedes son unos mentirosos y unos malvados! Son tan malos como el veneno de una serpiente. ¡Por eso no se escaparán de ir al infierno!
Mat 23:34 Yo les enviaré profetas, sabios y maestros, pero a algunos de ellos ustedes los matarán o los clavarán en una cruz, a otros los golpearán en las sinagogas, y a otros los perseguirán por todas las ciudades.
Mat 23:35 Por eso, serán culpables de la muerte de toda persona buena en el mundo; comenzando por la muerte de Abel hasta terminar con la muerte del profeta Zacarías, que era hijo de Berequías. A este profeta lo mataron entre el templo y el altar de los sacrificios.
Mat 23:36 Les aseguro que todos ustedes serán castigados por esto.
Mat 23:37 »¡Gente de Jerusalén, gente de Jerusalén! Ustedes matan a los profetas y a los mensajeros que Dios les envía. Muchas veces quise protegerlos, como protege la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no me dejaron.
Mat 23:38 Su templo quedará abandonado.
Mat 23:39 Les aseguro que a partir de este momento no volverán a verme, hasta que digan: “Bendito el Mesías que viene en el nombre de Dios”.»
Mat 23:34 Yo les enviaré profetas, sabios y maestros, pero a algunos de ellos ustedes los matarán o los clavarán en una cruz, a otros los golpearán en las sinagogas, y a otros los perseguirán por todas las ciudades.
Mat 23:35 Por eso, serán culpables de la muerte de toda persona buena en el mundo; comenzando por la muerte de Abel hasta terminar con la muerte del profeta Zacarías, que era hijo de Berequías. A este profeta lo mataron entre el templo y el altar de los sacrificios.
Mat 23:36 Les aseguro que todos ustedes serán castigados por esto.
Mat 23:37 »¡Gente de Jerusalén, gente de Jerusalén! Ustedes matan a los profetas y a los mensajeros que Dios les envía. Muchas veces quise protegerlos, como protege la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no me dejaron.
Mat 23:38 Su templo quedará abandonado.
Mat 23:39 Les aseguro que a partir de este momento no volverán a verme, hasta que digan: “Bendito el Mesías que viene en el nombre de Dios”.»
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